Política y Economía 27/01/2017 . Hora: 07:43
Las llamas se iniciaron en la nave principal. Afectaron el altar y gran parte del mobiliario de madera. No se registraron heridos, aunque en un momento la estructura corrió riesgo de derrumbe. Se desconocen las causas del siniestro
La catedral de la ciudad bonaerense de San Nicolás de los Arroyos se incendió ayer poco después de las 15, en un incidente que desde Bomberos Voluntarios calificaron como “muy importante” y que logró ser controlado dos horas después por seis dotaciones, sin víctimas.
Los bomberos estimaron que el fuego se habría iniciado debido a un desperfecto técnico en el sector donde está el órgano, lo que provocó que se incendiara toda el área del altar de la catedral, ubicada en pleno centro de esa ciudad del norte bonaerense. De todas formas, como hubo dos focos de incendio, se esperará a que los peritos determinen las verdaderas causas.
En un principio se pensó que la estructura corría peligro de derrumbe pero finalmente esa posibilidad fue descartada. Entre los destrozos, se cuentan el altar, el cielo raso, las paredes y los elementos de madera del templo.
En el operativo trabajaron cinco dotaciones de San Nicolás y una de la localidad santafesina de Villa Constitución.
Signada por la tragedia
La construcción del actual edificio de la catedral de San Nicolás, el quinto templo mayor en la historia de esa ciudad, duró 29 años, entre 1855 y el día de su inauguración, el 26 de noviembre de 1884, tras haber volado el anterior junto al polvorín de la ciudad. En el año 1852 se produjo la explosión del polvorín de San Nicolás de los Arroyos ubicado frente a la vieja catedral y provocó la destrucción de la misma. Allí hoy se encuentra el edificio de los Tribunales .
Desde el año 1758, la zona había adoptado como patrono a San Nicolás de Bari y la ciudad siguió el mismo temperamento en 1821. Ya habían sido construidos en la zona tres templos sucesivos para venerar al santo, en los años 1740, 1755 y 1766 y luego un cuarto en 1780 que se mantuvo en pie hasta la explosión de 1852.
Tres años después de ese evento, y estando levantado el templo provisorio, el 31 de diciembre de 1855 se colocó la piedra fundamental para la construcción del nuevo, que fue pagado por un subsidio provincial. El 24 de diciembre de 1857 fue concluida y bendecida por el obispo Mariano José de Escalada la primera nave de la nueva Iglesia, oportunidad en la que se celebró allí la primera misa.
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