Política y Economía 20/03/2017 . Hora: 06:59
La base actual de subastas es el 66 por ciento del valor fiscal de la propiedad, lo cual, según estiman, constituye un 5% del precio de mercado. Afirman que se trata de una estafa legal y que operan “grupos cerrados” que se benefician. La Suprema Corte trabaja para transparentar el sistema
Cuando una persona enfrenta un juicio civil y lo pierde, la Justicia puede dictaminar que pague una suma de dinero al litigante y, cuando esa plata no existe en efectivo, se procede al remate judicial de las propiedades. Así lo determina la legislación actual. Pero todo parece indicar que los que pierden los juicios civiles sufren el asedio de la denominada “mafia de los remates”, que estaría conformada por empresarios, inmobiliarios y hasta integrantes del Poder Judicial.
Las máximas autoridades judiciales de la Provincia admiten que el modelo tradicional del sistema de subastas propicia situaciones irregulares y por eso impulsan una serie de modificaciones y mecanismos de transparencia. Una de las víctimas de estas mafias, la contadora Alcira Cortopasso, lleva adelante iniciativas en la Legislatura para intentar reformar la legislación vigente que, según su opinión, constituye el caldo de cultivo para que proliferen negocios irregulares.
Cortopasso, que se presentó en la redacción de diario Hoy para denunciar que padeció la mafia de los remates, propone que se conforme un foro en el que se sumen más voces de personas que hayan pasado por situaciones similares bajo la consigna “no al precio vil de las subastas judiciales”. La mujer contó que perdió un juicio en el Juzgado Civil Nº 23 de La Plata y que la propiedad que tiene en 40 entre 10 y 11 fue tasada en 80 pesos por metro cuadrado, cuando el valor real es de 1.200 dólares.
La contadora explicó que “luego hubo una subasta, y como estoy divorciada, y me corresponde la mitad de esa propiedad, el inmueble fue comprado de manera muy sospechosa en apenas 131.500 pesos”. Para la mujer, el problema central es legislativo, y por eso quiere juntar varios casos para tener más fuerza en el reclamo.
“La idea es solicitar que se analice la modificación de la norma que utilizan los jueces para fijar la base de las subastas judiciales. No está de acuerdo a Derecho, ya que resulta un valor absurdo y prebendario para los compradores de subastas judiciales”, dijo Alcira. La mujer detalló: “Sabemos que la mafia de los remates judiciales actúa en forma cerrada y logra importantísimas ganancias a través de este método de despojo amparado por el Poder Judicial, que justamente debe velar y proteger los derechos de los ciudadanos”.
El valor que la norma actual asigna como base es el 66% del valor fiscal, que es un tecnicismo utilizado por el Estado a efectos de la fijación del impuesto inmobiliario anual, pero nada tiene que ver con el valor de mercado.
La profesional explicó que “la propuesta es que los inmuebles que se rematen tengan un valor de realización judicial adecuado a su valor de mercado, que sirva para abonar deudas en caso de que ese haya sido el objetivo de la subasta y el remanente quede en poder de quien era su titular”, y concluyó que “es la única forma de corregir esta falencia, que permite despojar en forma absurda a quien posee un inmueble para entregárselo legalmente a quienes integran el privilegiado grupo de compradores judiciales”.
Noticias relacionadas