Sociedad 05/04/2017 . Hora: 16:10
Entre el Ratón Pérez, el Hada de los Dientes, y los nombres que hayan ido teniendo estos personajes a lo largo del tiempo, las piezas dentales de los más chicos siempre fueron un tesoro bastante preciado. De hecho, hasta se pagaba por ellos con una moneda o un billete debajo de la almohada.
Sin embargo, con el paso del tiempo, estos dientes que en principio eran guardados como un tesoro, solían ser tirados o se perdían en alguna mudanza. Es que si bien al principio eran parte de un momento especial personal y familiar, luego no era más que un recuerdo. En el peor de los casos, los dientes se perdían antes de tiempo porque se tragaban, o porque caían en algún lugar inaccesible.
Pero hay una razón más que la emocional para que conserves los dientes de leche de tus hijos. Según los expertos, las piezas dentales de tus niños tienen un gran potencial como fuente de células madre.
Un estudio en el 2003 afirmó que los dientes de bebés contienen células que pueden durar años si es que están bien conservadas, y pueden servir como material genéntico en caso de necesitar algún reemplazo de tejido.
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