Juan Pablo Allan, un inútil político que no se fuma nadie en Cambiemos

El Senador Provincial por la Octava Sección asumió su banca en el 2015 gracias a la gran elección de María Eugenia Vidal en octubre, pero desde ese momento se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el frente político ganador. A pesar de ocupar una posición legislativa, Allan ejerce presión sobre las acciones del Poder Ejecutivo de La Plata. Por ejemplo, impuso a todos los delegados de la zona Norte, donde los resultados de gestión son cada vez peores. Los hombres cercanos a Julio Garro están intentando limar su poder. "Usa la gestión como un arma política propia y nos hace la vida imposible", dicen. Del mismo modo, Allan aprovecha cada inauguración oficial para estar cerca de los funcionarios y aparecer en la foto. De allí que algunos lo hayan apodado "Figuretti" Allan. El senador, según se supo, paga por ir asiduamente a los programas de televisión para "seguir robando cámara" Su hermano,  Juan Francisco Allan, a través de su empresa Watergate Producciones quería ejercer presión política para quedarse con la comercialización de la cartelería en calle, que hoy es administrada por José “pepe” Albistur; es decir, hacer un negocio privado a través de influencias públicas, para beneficiarse ecónomicamente junto a su hermano senador. Y eso no es todo: Allan anuncia recurrentemente sus ganas de reemplazar a Julio Garro como intendente de la ciudad, algo que cae muy mal en la mesa chica del poder local, donde ponderan la importancia de "trabajar en equipo" dejando de lado los egoísmos.