Según aseguró el comerciante, vencido el contrato de locación en marzo de 2017, Carlos Alberto Barrese, más conocido como “Carloncho”, llegó a un acuerdo de palabra con la propietaria para continuar con su actividad de más de 40 años. Sin embargo, la dueña le habría pedido que se fuera, con la intención de poder consumar un negocio inmobiliario que implicaba la demolición del local y la construcción de edificios.
El abogado de Carloncho presentó la medida cautelar hasta que se aclare el tema y, por lo tanto, la histórica pizzería seguirá en pie.
"Ella me dio recibos y esa es la espada que yo tengo en la justicia. Iniciamos una demanda porque ese acuerdo estaba hecho de palabra", explicó Carloncho al móvil de COOL 103.7.
"Vamos a seguir tres años más. La Justicia es lenta. Esta mujer estaba jugando a dos puntas para ver que le decía la empresa acerca de la demolición de este lugar. Especulaba con esa posibilidad. Y a nosotros no nos decía nada de esa jugada", siguió contando el maestro pizzero.
Por último, dijo que "los de la empresa van a querer transar con nosotros, pero ellos tienen que saber que tienen que poner 2,5 millones de pesos para que nos vayamos de acá".
