El diputado nacional Julio De Vido le envió una nota al secretario de Asuntos Constitucionales, Francisco Uriondo, que hizo las veces de descargo en la sesión que se realiza ahora en el Congreso. Allí el oficialismo intentará avanzar con un acuerdo para suspender o expulsar de la Cámara al exministro de Planificación Federal por "inhabilidad moral", entre otros argumentos.
La ofensiva nace como consecuencia de las numerosas causas judiciales en las que el exfuncionario kirchnerista está imputado y/o procesado por delitos de corrupción. Recientemente, el fiscal Carlos Stornelli pidió el desafuero en el marco de la investigación por irregularidades en Río Turbio, pero el juez Luis Rodríguez consideró que por ahora no hay motivos para avanzar con el proceso. Desde ese momento, la oposición empezó a buscar alternativas legales para desplazarlo.
En su escrito, De Vido -que había sido convocado a la sesión- dijo que se siente "víctima de una de las persecuciones más sistemáticas, injustas y meticulosamente organizadas" y denunció que sus fueros como legislador nacional fueron "violentados semana a semana sin que mediara un solo reclamo" suyo o de sus compañeros de bloque.
El exfuncionario puso en duda los alcances del procedimiento que el oficialismo quiere utilizar para promover su expulsión del Congreso y alertó: "Desconozco cualquier pretensión de malinterpretar y forzar la letra del art. 66 de la Constitución Nacional, menos aún de juzgarme o instar ningún procedimiento inexistente y no reglado en mi contra".