
No es fácil liberarnos del celular, de las llamadas, de los mensajes y tampoco de las redes sociales. Pero no es imposible.
Si sentís que no podés desconectarte ni un segundo, te alentamos a que lo hagas por partes y disfrutes de estar sin el celular en la mano, al menos por un día.
¡Tomá nota!
– Dejá el teléfono fuera de tu habitación: si no querés apagarlo, tenés que saber que dejarlo en tu mesa de luz te tentará a mirarlo.
– En una reunión familiar, laboral o con amigos, dejá tu celular en la cartera. ¡No se te ocurra tenerlo en la mano y menos, apoyarlo sobre la mesa!
– Optimizá el uso de la tecnología: es decir, proponete y cumplí organizar tu tiempo libre, creando momentos para responder correos o realizar videollamadas. ¡No lo hagas cada dos minutos!
– Tomate un día libre del celular, tabletas o computadoras apagados. ¿Te animás a 24 horas?