
José Ramón Arteaga está al borde de decirle adiós a su carrera política legislativa, al menos por dos años, cuando seguramente intente aspirar a alguna banca.
Los últimos resultados de 1País lo dejan al límite de perder la elección en octubre y es por eso que tiene dos opciones: volver a su casa o usar la planta permanente que tiene como empleado del Concejo Deliberante.
En caso de usarla, cuenta con dos alternativas: una sería servir el café en las sesiones deliberativas.
- ¡Con edulcorante Palito Arteaga, por favor!
- ¿En sobrecito o se lo sirvo?
Otra opción sería la de secretario del Presidente Fernando Ponce, algo así como una especie de Susano...
- ¿Arteaguita tajaí?
- ¡Sí Fer-nan-do!
También puede ocurrir que no se presente a trabajar y busque cobrar como "ñoqui". Será ahí cuando esta radio pueda llegar a denunciarlo para que otra persona ocupe ese puesto, en un contexto del país donde escasean ofertas laborales.