Dirigente sindical, político, periodista, escritor y pensador de la causa nacional. Estas son solo algunas definiciones que sirven para describir la figura de Antonio Felipe Balcedo, uno de los referentes más destacados del movimiento obrero bonaerense de las últimas décadas, quien falleció un día como hoy, hace exactamente cinco años.
Histórico secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la Educación (Soeme), Balcedo se caracterizó también por ser un defensor a ultranza de la libertad de expresión y del derecho a la información. Por ello, contra viento y marea, en el año 1993 se decidió a romper con décadas de monopolio informativo en La Plata. Con ese objetivo, impulsó la creación del diario Hoy en la noticia, con la impronta del periodismo auténticamente independiente, dándole voz a muchos de los que en aquel momento estaban silenciados por los factores de poder que remataban el patrimonio nacional.
Una vida al servicio de la causa nacional
Desde adolescente, Balcedo abrazó los ideales del peronismo y se convirtió en un activo militante. Por aquel entonces, estudiaba en el turno noche del Colegio Nacional y, posteriormente, empezó a trabajar en el Museo de
Ciencias Naturales de la Universidad platense, donde tomó contacto con un gremio que recién estaba dando sus primeros pasos: el Soeme. En este sindicato realizó gran parte de su militancia política y gremial, y desde un comienzo demostró sus dotes de líder.
Balcedo formó parte activa de la Resistencia Peronista de La Plata, luchando para que Perón pudiera volver del exilio, ya que lo habían obligado a partir tras la "Revolución Fusiladora" de 1955. Esta pelea le valió ser uno de los tantos presos políticos, en el marco del Plan Conintes y, tras recuperar la libertad, y con tan solo 26 años, el referente del Soeme encabezó la lista de diputados provinciales del peronismo en La Plata, que acompañó a la fórmula Framini-Anglada, la que se impuso holgadamente en las elecciones a gobernador del año 1962.
Al igual que Framini, Balcedo no pudo asumir su banca debido a que los sectores más conservadores y reaccionarios de las fuerzas armadas presionaron para que no se reconocieran los resultados de los comicios.
Lejos de dar el brazo a torcer, el dirigente del Soeme siguió militando por la causa peronista. Fue miembro fundacional de la CGT de los argentinos en la Provincia de Buenos Aires, y en los años 70 formó parte del gobierno bonaerense que fue derrocado por el sangriento Golpe Militar de 1976. Junto a su esposa Nené, su compañera de toda la vida, y sus hijos Marcelo y Myriam, se vio obligado a partir hacia un exilio interno, perseguido por las fuerzas represivas que en, aquellos años, respondían a las órdenes de siniestros personajes como Ibérico Saint-Jean, Jaime Smart y Ramón Camps.
Tras el retorno de la democracia, Balcedo trabajó incansablemente en la defensa de la causa nacional, intentando unir no solamente al movimiento obrero organizado, sino también a todos los sectores políticos verdaderamente comprometidos en lograr que la Argentina pueda volver a la senda del desarrollo sostenido, al pleno empleo y a la justicia social.
Se cumple un lustro de la partida de Antonio Balcedo, cuyo legado se mantiene más vivo que nunca en cada página del diario Hoy, como así también en la lucha cotidiana que, en defensa de los trabajadores, emprenden sus compañeros del Soeme.