Cuando Daiana Coria se dirigía al depósito municipal de Rosario para retirar su auto luego de que se lo retuvieran por incurrir en algunas faltas nunca imaginó el insólito episodio que estaba por protagonizar. Al pedir que le devolvieran su vehículo tras cancelar las multas y ponerse al día, se enteró que lo habían compactado.
Inmediatamente la mujer elevó la queja a la Municipalidad y exigió el pago de un resarcimiento. Reclama que le paguen el valor del vehículo y los gastos de los trámite. El abogado de Coria, Ariel Gastaldi, dijo que a su cliente "le llevaron el auto al corralón porque no tenía la transferencia hecha" y explicó que en la indemnización exigen que se incluyen todos los gastos en los que incurrió la dueña para poder sacarlo. "Estamos reclamando lo que vale el auto en el mercado, unos 50 mil pesos, más los gastos, que son de entre 15 y 20 mil pesos ", agregó.
El letrado dijo que "no hubo intimación previa ni aviso sobre la destrucción del rodado" y aclaró que la mujer había cumplido con todos los trámites como pagar multas, patentes adeudadas y haber regularizado la transferencia. Además, contrató el seguro.
"A mi cliente la llevaron hasta el sector. Le mostraron el vehículo compactado y mi cliente confirmó que efectivamente era el auto de ellos. Era un Volkswagen, que no era muy nuevo, tenía algunos años, pero el problema principal es que se era el único medio de movilidad de una familia bastante humilde y trabajadora", contó. Dijo que nunca la notificaron y cree que "se trató de una equivocación".
La directora del Tribunal Municipal de Faltas, Stella Splendiani, dio una versión totalmente distinta al diario UNO. Dijo que el 14 de marzo de 2016, el Volkswagen Pointer, conducido por un joven, fue llevado por estar mal estacionado. Además, tenía el parabrisas rayado, la tarjeta verde vencida, no contaba con la revisión técnica obligatoria (RTO) y tampoco con seguro.