La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal puso en marcha el nuevo Centro Integral de Monitoreo que permitirá, a través de múltiples estaciones de trabajo, seguir por GPS la ruta de los móviles que trasladan a detenidos, controlar las tobilleras y pulseras electrónicas de los 1560 presos que hoy cuentan con prisión domiciliaria, y vigilar que las personas a las que la Justicia les haya impuesto exclusiones perimetrales por violencia de género no se acerquen a sus potenciales víctimas.
Además, este sistema prevé el control intra y extramuros de las unidades penales con cámaras de seguridad. Según informaron, comenzará hoy con las cárceles de La Plata, seguirá en los próximos meses con otras 21 y concluirá en el primer trimestre de 2018 con los 55 establecimientos penitenciarios de la provincia.
El principal objetivo de esta iniciativa es aportar más seguridad y control en la gestión carcelaria, tanto en el uso de los recursos como en el movimiento de reclusos y de personal. Y se espera que la optimización en el monitoreo a través de pulseras y tobilleras electrónicas contribuya a disminuir la presión en el atestado sistema carcelario provincial.
"Había 7 mil detenidos durmiendo en el suelo y tuvimos que poner colchones. Tenemos una meta ambiciosa: queremos que 7 de cada 10 detenidos estudien o trabajen", dijo al móvil de COOL 103.7 la Gobernadora de la Provincia.
"La cárcel no debe ser un lugar de castigo, sino de reinserción. Todos deben tener la oportunidad de trabajar, porque eso los beneficia a ellos y a la sociedad", agregó.
Por último, resaltó que "todavía falta mucho, pero empezamos y estamos en el sentido correcto".