Un abuso sexual contra un menor de 10 años, ocurrido durante las últimas horas en Ensenada, generó un verdadero caos en la vecina ciudad, ya que los familiares de la víctima fueron a buscar al presunto responsable.
Así, tuvo lugar una terrible batalla, en la cual debió intervenir la Policía con escopetas provistas de balas de goma, informaron ayer desde la fuerza. Por el gravísimo incidente resultaron heridos dos agentes y no se produjo aprehensión alguna.
Cronológicamente, todo se inició cerca de las 21 del martes, cuando un chico de 15 años se llevó a un descampado del pasaje Monteaguado a otro de diez. "Lo accedió carnalmente, existió la penetración", le indicó a este medio un calificado vocero, quien no pudo precisar si el sindicado como autor del hecho amedrentó al damnificado con algún tipo de arma blanca o de fuego.
Consumado el abuso, la víctima regresó a su casa y contó lo que había pasado. Sus familiares decidieron intervenir y fueron a buscar justicia por mano propia, ya que conocían al sospechoso. De esta manera, se dirigieron a una vivienda de Güemes y Marqués de Avilés. "Eran como cincuenta, increparon a los allegados del presunto abusador y en poco tiempo todo fue una verdadera batalla campal", resumió un pesquisa consultado.
Un llamado al 911 alertó al Comando de Patrullas Ensenada, y un comité se dirigió hacia el lugar de los disturbios. Allí, los efectivos fueron recibidos de mala manera, ya que la turba les arrojó botellas, piedras y todo tipo de elementos contundentes.
En medio del caos, resultaron heridos el sargento Miguel Ángel Rojas y el oficial subinspector Hernán Banegas. El primero terminó con golpes en la cabeza, mientras que el otro sufrió contusiones en su mano derecha y en una rodilla. Los uniformados respondieron con sus escopetas de posta goma y lograron ahuyentar a los involucrados, aunque no se pudo concretar ninguna captura.
La comisaría Primera de aquella ciudad caratuló la causa como "resistencia a la autoridad, lesiones, daños y amenazas". Una unidad del GAD se quedó allí toda la madrugada, ante la posibilidad de que quisieran prenderle fuego la casa al sospechoso. En cuanto al nene abusado, fue atendido en el Hospital Cestino y luego fue trasladado a una clínica de la zona.



