El empate frente a Perú y la angustia en la que vive la Selección argentina tuvo un episodio que conmovió a todos: la lesión de Fernando Gago. El capitán de Boca, quien volvía a vestir la albiceleste después de dos años, sufrió la ruptura del ligamento cruzado anterior y ligamento lateral interno de su rodilla derecha que lo alejará de las canchas al menos por seis meses.
El impacto no sólo fue duro para Messi (el primero al que Gago le advirtió de la lesión) y la Selección. En Boca fue una puñalada. Guillermo Barros Schelotto se desentendió del partido de la Argentina y fue al vestuario local al instante para ver a su jugador (Daniel Angelici y César Martucci lo acompañaron) y conocer la noticia. Solo le quedó morderse los labios por saber que perderá a un titular clave en el funcionamiento de su equipo, puntero perfecto de la Superliga. Luego, le dejó un mensaje claro a su líder. Que no tome decisiones en caliente y que él lo apoyará en sus trabajos para la vuelta.
El #FuerzaFernando se viralizó desde las redes sociales en muestras de apoyo para un jugador que demostró valentía para reponerse de cada adversidad. "No hay palabras para sacarte el dolor, fuerza amigo", escribió Maxi Rodríguez, compañero de años en la Selección. No fue el único que envió su apoyo: pasando por sus compañeros actuales de Boca y del conjunto nacional hasta directivos como Matías Patanian, vicepresidente de River. Todos apoyaron a Pintita en este momento difícil. Messi fue uno de los más conmovidos por la lesión de uno de los futbolistas más cercanos en el afecto. Sampaoli, en tanto, decidió no convocar a nadie más para reemplazarlo.
A Gago lo operarán en el inicio de la semana (Jorge Batista, director del cuerpo médico de Boca lo observará este sábado en su casa y resolverá el día de la intervención) y recién podría volver a las canchas en 2017, aunque en su caso los tiempos son otros y hoy ni siquiera puede planificar eso. Es que se trata de la tercera lesión de gravedad que sufre el mediocampista en tres años seguidos y como él alguna vez confesó, hasta llegó a pensar en dejar la actividad después de su segunda gran caída. La lesión ahora es otra, pero el ánimo para sobreponerse deberá encontrar un nuevo entusiasmo.
Rodeado de su familia y afectos, hoy sólo pensará en la operación y en sus primeros pasos para reponerse.Lo intentará una vez más. Y todo Boca lo acompañará. De hecho el club preparó un video especial con imágenes suya y la leyenda "Te esperamos capitán".
En septiembre de 2015, en el Superclásico frente a River, se rompió el tendón de Aquiles de su pie izquierdo. Su rehabilitación fue mucho más rápida de lo previsto y a los cinco meses volvió a jugar. En abril de 2016, otra vez ante River, padeció la misma lesión en el mismo lugar, con un agravante: además del tendón se rompió el injerto que le habían hecho. Esta vez, su vuelta tardó siete meses y debió sumar minutos de juego en la Reserva antes de volver a ponerse la camiseta de Boca.
Su nivel, al regreso en noviembre de 2016, impactó. Fue en el cierre de la primera parte del torneo y él se consolidó como eje de un Boca que agarró la cima de la tabla para no dejarla más. Eso le valió también la renovación de su vínculo a comienzo de añopor tres temporadas más (entró en vigencia en junio) y con objetivos a cumplir para el último año de contrato. Eso hoy parece lejano.
Mientras tanto, Boca (recibirá una indemnización de parte de AFA a través de un mecanismo que está fijado en el reglamento de FIFA para lesiones en el marco de Eliminatorias) no analiza incorporar a nadie en su lugar. Sabe que podrá pedir un cupo más para el mercado de pases de diciembre y también que recuperará en un mes al colombiano Sebastián Pérez, quien sufrió la lesión de ligamentos cruzados de la rodilla izquierda en abril.