Germán Keilis, una de las víctimas, se encontraba junto a su novia, su hermano y su madre en su vivienda de 421 bis entre 8 y 9. Se jugaba el primer tiempo del encuentro por las Eliminatorias cuando dos ladrones irrumpieron a la fuerza. "Rompieron la puerta de una patada. El ruido fue terrible", contó el joven en diálogo con el Diario Hoy.
"Mi mamá estaba en la cocina preparando la cena y yo estaba en el sillón viendo el partido. Empecé a gritar que no nos hicieran nada, pero me callaron. Uno de ellos me agarró y me hizo recorrer toda la casa en busca de plata. Me llevaron a mi habitación y les di 13.000 pesos, que eran los ahorros que tenía. Después fuimos al cuarto de mi hermano, donde agarraron una Playstation y una campera".
En el living había quedado el otro hampón, vigilando al resto de los presentes. "Volví con ellos y nos sentaron a todos a la mesa, pero no nos ataron. Nos decían que si llegaban a encontrar más dinero, nos iban a matar", añadió.
Los ladrones agarraron un televisor para llevarse y completar el botín, pero entonces irrumpió un tercer integrante de la banda. "Tenía más de 30 años, contra los 20 y los 25 del resto, aproximadamente. Él estaba convencido de que había más efectivo y se puso violento. Entonces mi mamá les dio lo que ella tenía".
En total, según el reporte oficial al que este medio tuvo acceso, los malhechores se apoderaron de 60.000 pesos, 1.500 dólares, una Playstation y una campera azul, además de cuatro celulares. "Mi hermano lo tenía escondido en sus partes íntimas, pero se lo sacaron igual", amplió el muchacho.
El asalto incluyó golpes, además de amenazas. "A mí me pegaron unas trompadas en la cabeza y a mi novia la agarraron de la cabeza y le taparon la boca para que no hablara. Después, cuando volvimos de hacer la denuncia, a mi mamá le agarró una crisis nerviosa y se le subió la presión. Además, la ambulancia que hay en la salida de Villa Elisa estaba desocupada, pero por una razón de comunicación y de órdenes no podía venir, aunque estamos solo a seis cuadras".
Sobre los autores del hecho, Keilis indicó que "al menos dos estaban armados y se fueron en un Citroën C3 Aircross de color blanco, que la Policía vio por última vez en 511, yendo hacia 7".
