El gran día llegó. Hoy se lanzó a la venta el iPhone X y, como suele suceder, se generaron largas filas de fanáticos afuera de las tiendas de Apple de todo el mundo para poder conseguir el smartphone más deseado.
Este nuevo equipo es el móvil más esperado del año. Llegó para conmemorar el 10° aniversario de iPhone. La X -diga "ten", o "diez", no "equis"– es un aparato que Steve Jobs craneó al detalle, y que se convirtió en uno de los objetos techies más deseados por los usuarios.
Pasó una década desde ese primer smartphone que sorprendió a todos con su pantalla táctil, con un nuevo sistema operativo y un diseño disruptivo y moderno diera inicio a una nueva era en la telefonía móvil. Pero lo que Jobs había logrado no era otra cosa que combinar un iPod con un celular.
Algunos afortunados ya lo tienen en sus manos. La mayoría habían hecho su reserva online. Otros se apuraron para ir hasta los locales con la esperanza de poder conseguir uno allí. El equipo, cuyo valor arranca en los USD 999, tiene una demanda altísima y podría no haber suficientes para satisfacer las expectativas de los clientes.
Con este lanzamiento, la empresa de la manzanita impone la ambiciosa meta de reinventar los teléfonos inteligentes en un mercado que le enfrenta a poderosos rivales, especialmente en China.
La tecnología de iPhone incluye reconocimiento facial, carga inalámbrica de su batería y una pantalla ultramoderna de altísima definición.
