
El hecho ocurrió ayer cuando una jubilada conversaba con un jardinero y su ayudante, en el parque de su vivienda del barrio Norte platense, cuando los tres fueron sorprendidos por dos delincuentes que aprovecharon que el portón de rejas del frente estaba abierto para colarse resueltos a robar.
La escena transcurrió a las 11 en un domicilio de calle 3 entre 34 y 35, donde la tranquilidad que había en ese momento en la cuadra, sumado a que allí funciona un sistema de Alerta Vecinal, tornaban impensado que se registrara un episodio así.
Aunque algunos familiares de la dueña de la propiedad, Graciela Calandra (74), contaron que el asalto duró "cinco minutos", en ese lapso los ladrones amenazaron a las víctimas con armas de fuego, especialmente a la mujer, a quien primero le taparon la boca con una mano y después le pegaron un culatazo en la cabeza.
Su hijo Julián Aronín (45) explicó que los intrusos la castigaron porque "les hablaba mucho, sobre todo avisándoles que iba a llegar la Policía" y pidiéndoles "que se fueran enseguida".
Fue en esos momentos de aturdimiento y temor para la mujer que los delincuentes, casi a los gritos, la conminaron a que les revelara dónde guardaba el dinero de la casa.
"Le decían `danos la plata grande`, pero sin saber que mamá no tiene acá más que unos pesos como para manejarse con algunos gastos cotidianos", comentó Julián.
Por fin, los intrusos escaparon con aproximadamente 1.000 pesos, una notebook y una tablet de la mujer, además de un celular del jardinero.
El hijo de la jubilada lamentó, sobre todo, el robo de la notebook, porque allí su madre guardaba "muchas fotos de recuerdos familiares, que es lo que tanto a ella como a mí más nos duele".
Los delincuentes escaparon en un auto, que, de acuerdo a lo que trascendió de fuentes policiales, se trata de un Volkswagen Voyage gris. Testigos aportaron también la patente y por estas horas es intensamente buscado.