El viernes, cuando Matías Vélez salía de dar clases de inglés en una escuela de Mariano Acosta, tres delincuentes lo abordaron y se lo llevaron a Marcos Paz. Su auto apareció incendidado y a él lo buscaron durante más de un día hasta que los perros de la Policía lo encontraron atado de pies y manos y vendado en un descampado. El profesor no tenía heridas de gravedad, pero quedó internado en observación en un hospital de Merlo.
Matías Vélez, de 33 años, acababa de parar con su Ford Ka blanco en un semáforo en Iberá, entre Santander y San Fernando. De pronto, tres hombres se subieron al auto, lo obligaron a pasarse al asiento de atrás y empezaron a pegarle mientras le preguntaban por unos $150.000 que supuestamente él tenía en su casa. Eran cerca de las 17 del jueves 16 de noviembre.
Su auto apareció incendiado a escasas cuadras del lugar del secuestro. A Vélez lo encontraron recién un día después, atado de pies y manos y con los ojos vendados. Estaba en un descampado de Marcos Paz, de difícil acceso y detrás de un montículo de tierra. En sus primeras declaraciones, el hombre aseguró que lo golpeaban y le pedían un dinero que nunca tuvo. Tenía moretones en todo el cuerpo y está en observación en el hospital Eva Perón de Merlo.
En la búsqueda intervinieron las dependencias de Merlo, Moreno y Morón, que además, durante el fin de semana detuvieron a dos sospechosos de 23 y 26 años. La investigación la sigue la UFI 6, a cargo de Sergio Dileo, caratulada como privación ilegal de la libertad, abandono de persona, robo calificado en banda, con tenencia de arma de guerra.
