Un remisero de 49 años fue asesinado de seis balazos ayer a la mañana temprano a metros de su casa de barrio Alvear, en la zona sur de la ciudad, donde al parecer fue atacado desde una moto cuando se iba a trabajar. Si bien anoche se ignoraban las motivaciones del feroz ataque en principio no se descartaba una venganza aunque sí se desestimó la idea de un robo, ya que la víctima tenía todas sus pertenencias. En ese marco, sin embargo, anoche había una persona sospechada por el homicidio.
"Acá se sabe todo. El fiscal dijo que una hipótesis era un ajuste de cuentas, pero el Gordo no andaba en nada raro, era un laburante. Justo pasó cerca de él otra persona a quien estaba destinado el ataque y lo usó como escudo", deslizaron algunos en la zona, en contraposición con la versión preliminar oficial.
Las dos campanas de un mismo hecho que sacudió el inicio de la semana en el límite entre los barrios Alvear y Villa Itatí fueron los escasos indicios que se echaron a correr. La versión oficial fue entregada como probable hipótesis por el fiscal de Homicidios Adrián Spelta, a cargo de la pesquisa.
Según los primeros datos la sorpresiva agresión pudo provenir de alguien que circulaba en moto y tras disparar huyó hacia el oeste por Doctor Riva. "Escuchamos cinco o seis tiros. Cuando salimos el Gordo estaba tirado sobre la vereda. No le robaron nada, tenía una bolsita y otras cosas", contó una doña cuidando los gestos ampulosos para no activar la ira de algún extraño por temor a represalias.
Romero recibió seis impactos calibre 9 milímetros en distintas zonas de cuerpo y se desplomó. Cuando los agentes de la comisaría 15ª y del Comando Radioléctrico llegaron al lugar convocaron a una ambulancia, pero no había nada por hacer; los médicos corroboraron que ya no tenía signos vitales.
Spelta dijo que a partir del hallazgo de material balístico se pudo determinar que hubo dos momentos y espacios, distantes uno de otro, en los cuales se efectuaron los disparos. "Algunos vecinos hablan de un posible robo, otros sólo escucharon los tiros. No hay aún hipótesis que pudiera justificar el ataque, la experiencia nos dice que son demasiados disparos para un simple robo, sobre todo porque no le extrajeron absolutamente nada", dijo el funcionario.
Spelta agregó que la víctima tenía teléfonos celulares y la billetera en su poder. "Eso denota que no hubo intención directa. Sobre todo por la diferencia entre el primer lugar y el último donde se realizan los disparos, hay mucha distancia, aún cuando hubiese sido cubriendo una huida".