Hoy comenzó el juicio a dos médicos acusados de "homicidio culposo" por la muerte de la menor Johanna Gorbalán. El trágico episodio ocurrió durante la tarde del 28 de septiembre de 2012 en el Hospital Sudamericano, donde la noche previa la joven ya había sido atendida.
"Todo empezó el 27 de septiembre, la nena empezó con vómitos y con mi señora decidimos llevarla a la guardia del Sudamericano. Como el guardia de seguridad dejaba entrar a uno solo, ingresó mi mujer con nuestra hija, y habrán estado unos diez minutos adentro. Le aplicaron un reliverán inyectable, le recetaron buscapina y fuimos a casa", contó Víctor Hugo Gorbalán ante el juez Eduardo Eskenazy.
El testigo agregó, entre llantos, que "al día siguiente me llamó mi mujer diciendo que la nena estaba muy débil, y la llevamos otra vez al hospital y me fui. 40 minutos después, mi esposa me llamó otra vez llorando, diciendo que la tenían encerrada en una habitación mientras que la puerta donde estaba mi hija estaba con llave. Llegué y miré a través de la mirilla, había un grupo de gente y en la cama estaba el cuerpo de mi hija duro, tirada desnuda".
Según el argumento de la fiscal de juicio, Claudia Cendoya, tanto el médico que atendió la primera vez a la víctima, Juan Carlos Pinedo Honorio, como el profesional que la asistió al día siguiente, Edilberto Espada García, no tomaron las precauciones de realizarle estudios previos a la menor antes de recetarle algún medicamento. La nena ingresó con dolores de estómago, tomaba la pastilla pero la volvía a vomitar. En tanto, el defensor Martín Lasarte sostuvo que sus defendidos actuaron de manera correcta.