"Lo que pasó no fue algo espontáneo, fue premeditado", dijo Mauricio Macri, que condenó los gravísimos incidentes que se produjeron en los alrededores del Congreso entre manifestantes y efectivos de fuerzas de seguridad en rechazo a la reforma previsional, que hoy fue sancionada. Además dijo que hubo diputados que "incitaron a la violencia".
"Toda esa violencia que vimos, claramente orquestada, la vamos a enfrentar junto a la justicia, para entender quiénes son los responsables, porque no fue algo espontáneo", afirmó.
También confirmó que saldrá hoy el decreto para el pago del bono a los jubilados, para compensar parcialmente el desfasaje que se producirá en sus haberes por los cambios en el sistema previsional. "Lo que hemos hecho con esta reforma es garantizar, durante los próximos años, una fórmula que los defienda contra la inflación", dijo.
Macri condenó la violencia que rodeó la sesión por la reforma previsional: "No fue espontáneo. Fue algo premeditado que buscó que no funcione el Congreso. Pero a pesar de todo lo que hicieron, demostramos que la democracia funciona en la Argentina".
El presidente dijo que hubo diputados que incitaron la violencia y les pidió que dejen "una ranura" para creer que estas reformas pueden ser positivas.
"Hay días que no puedo dormir por todas las reformas que hay que hacer. Me juego el cuerpo de estos cambio son para crecer", indicó.
Además, confirmó que el decreto que autoriza el bono saldrá inmediatamente: "El bono suavizó el debate", aseguró el presidente.
Más tarde, Macri recibirá en Casa de Gobierno a los integrantes de la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, que preside el obispo de la diócesis de San Isidro, monseñor Oscar Ojea. Del encuentro participará además el cardenal primado y arzobispo de Buenos Aires monseñor Mario Poli.
La Cámara Baja sancionó la reforma previsional en una sesión maratónica, por 127 votos positivos y 117 en contra. El proyecto fue respaldado por Cambiemos y diputados que responden a gobernadores peronistas, mientras que fue rechazdo por el Frente para la Victoria, el Frente Renovador, Compromiso Federal y la izquierda. Solo hubo dos abstenciones.
La reforma determina un cambio en la fórmula de actualización de las jubilaciones a partir de una ecuación conformada por un 70% por inflación y 30% por variación de salarios, lo que resultará en una suba menor que con el sistema actual, que combina la recaudación con el aumento del costo de vida, y que será compensada parcialmente con la entrega de un bono.
