Una versión que comenta el barrio cuenta que los asesinos buscaban a un hombre joven que habría salido de la cárcel hace unos días. "Fue un ajuste de cuentas. No me pidas nombres. El hijo del hombre que vive acá había salido con permiso de la cárcel de Piñero. Lo estaban buscando. Se sentó en la mesa. Pasaron en auto y tiraron y tiraron. No les importó si había criaturas y el pibe se escapó. Ahora nadie sabe dónde está", fue el relato de la cuñada de María Ch. que ayer a la tarde esperaba novedades sobre el estado de salud de su familiar en la sala de espera del Hospital Provincial.
Otro vecino dijo que "la mesa se despatarró y varios salieron heridos. Las ambulancias vinieron rápido y se llenó el barrio de milicos, fue un quilombo, no sé nada más". Y rumbeó para el puente que salta las zanjas en que termina bulevar Seguí al este.
Los investigadores policiales enfocaron el tema en un primer momento hacia la versión de que Tourn y Barreto circulaban a bordo de un Fiat Duna cuando el Corsa donde iban los asesinos los interceptó. Aunque esa historia fue desmentida por todos los vecinos que desde las veredas de sus viviendas vieron el brutal ataque.
Cuando las balas picaron en uno de los lugares más calientes de Tablada, en el que históricamente dirimieron sus problemas a los tiros las bandas "Del puente" y "Del tanque", además de los dos muertos quedaron tres heridos.
Así, pasadas las 23 ingresaron al Hospital Provincial en autos particulares Juan José M., de 45 años y con heridas de bala en la rodilla derecha; su hijo Juan Pablo, con heridas en el cráneo y quien quedó internado en terapia intensiva y grave estado bajo coma farmacológico en el Heca; y por último María Ch., de 64 años y con un roce de bala en el abdomen.
Marta, la madre del Juan Pablo M., dijo que su hijo "está muy grave. Había estado en el laguito del Parque Independencia y fue a la casa de su amiga junto con mi marido a picar algo. Allí los balearon. Mi hijo es un chico sano, sin nada que pueda hacer que le haya pasado ésto".
Luis Hernán Tourn era oriundo de Pérez, vivía en Las Tacuaritas al 200, en Cabín 9, era futbolista y en 2017 vistió la camiseta del Club Unidos de Zavalla (ver aparte). Sofía, en tanto, vivía con sus padres en Buenos Aires al 6000, en el barrio De la Carne. Estas direcciones tan dispares de las víctimas es lo que llamó la atención de los pesquisas.
Daniela, la dueña de casa y amiga de Sofía desde la infancia, la invitó a cenar para recibir el año y allí estaba también Luis Hernán, novio de Daniela. Sofía y Luis sólo se conocían por la relación del mucahcho con Daniela.
Hugo, el padre de Sofía, no lograba entender lo ocurrido ayer a la tarde mientras velaba a su hija en el garaje de su sencilla casa de barrio De la Carne: "Sofía no tenía contrarios ni enemigos. Trabajaba y criaba a su hija de 3 años. No sabemos qué pasó. El padre de Daniela ni nos llamó, tampoco la policía, ni vino el fiscal. No sabemos nada, solamente que está ahí, muerta".