A través de una guía de sugerencias, el Departamento de Estados norteamericano aconseja a sus ciudadanos que tomen ciertas precauciones para evitar asaltos, secuestros y estafas a la hora de pisar suelo argentino.
La salvaje agresión en un intento de robo que sufrió el turista norteamericano, Joe Wolek, mientras paseaba por Caminito, encendió las alertas en Estados Unidos por el peligro que corren sus ciudadanos en el extranjero.
En la guía de sugerencias, actualizada este miércoles, definen el crimen callejero como una problemática común en Buenos Aires, Rosario y Mendoza. "Esté atento a los ladrones, carteristas y estafadores que se encuentran en la calle, en restaurantes, en hoteles y en las estaciones de transporte público", detalla el documento.
En el resumen, la Oficina de Asuntos Consulares enumera que con frecuencia se registran robos violentos en San Telmo, Recoleta y La Boca. En estos barrios suelen ser en calles laterales y por la noche. Mientras que en el caso de La Boca, recomiendan que las visitas sean solo de día.
También, dan cuenta de los piquetes que suele haber en calles céntricas de la ciudad. "Las manifestaciones son comunes en Buenos Aires y ocurren también en otras ciudades. Los manifestantes a menudo bloquean calles y carreteras. Generalmente no son manifestaciones violentas, pero pueden surgir confrontaciones. Evítelas si es posible", alertan.
Piden evitar las villas de emergencia y alertan sobre los "motochorros", a quienes describen como "ladrones que operan de a pares". "Uno salta de la moto para robar relojes, carteras o mochilas, mientras el otro se queda a bordo del vehículo. Los motochorros también rompen autos para arrebatar objetos valiosos", remarcan.
Otro gran miedo son los taxistas argentinos. Según el Departamento de Estado los casos se repiten a diario. Los mecanismos de estafa son con billetes falsos, cobros desmedidos y el invento de que los conductores aducen en Ezeiza un problema mecánico para dejar al turista en medio del camino y exigir el pago completo del trayecto.
"También ocurren secuestros exprés, donde las víctimas son atrapadas y obligadas a sacar la mayor cantidad posible de cajeros automáticos. Se contacta a la familia o a compañeros de trabajo y una vez que se paga el rescate, la víctima generalmente es liberada ilesa. Los falsos secuestros telefónicos son comunes", resaltaron.
