El incidente se inició cerca de las 22 del lunes, en una vivienda ubicada en calle 49, entre 28 y 29, donde Ricardo reside junto a su mujer. Por lo que pudieron reconstruir los efectivos policiales, las víctimas estaban entrando su camioneta cuando fueron sorprendidos por los ladrones que conducían una moto a contramano.
Apuntándolos con armas de fuego, los obligaron a entrar y, en el interior, se desató una verdadera pesadilla. Los llevaron a una habitación y luego les pidieron que dijeran dónde escondían el dinero. Al dueño de casa, lo agredieron de manera salvaje y le dieron varios culatazos en el rostro. Además, le decían que se tirara al piso, pero él no lo hacía y se quedaba sentado.
"En ningún momento los ataron y, cuando terminaron de robarse todo lo que quisieron, se dieron a la fuga, después de revisar todos los cajones. Mi papá se dio cuenta de que escaparon dejando la llave de la moto y salió a correrlos. Ahí, uno de los ladrones se dio vuelta, le apuntó y le disparó, pero aparentemente la bala no salió" dijo el hijo de Roberto. Cabe aclarar que luego se confirmó que el proyectil sí fue eyectado, por lo que la vaina servida fue incautada por la Policía Científica.
El botín del que se adueñaron los autores del hecho abarcó 30.000 pesos, alhajas, relojes y ropa "que estaba a la vista, en un bolso, porque mi papá acababa de volver de natación", relató el muchacho.
De acuerdo a su versión, "los delincuentes huyeron con los bolsos a cuestas por 29, y en 29 entre 49 y 50 le quisieron sacar el auto a una persona, pero no pudieron". Desesperados, entraron a una casa abandonada de 50 entre 30 y 31, donde se escondieron. Sin embargo, no estuvieron allí mucho tiempo, ya que los vecinos habían visto parte de la secuencia y se comunicaron con el 911.
A los pocos minutos un móvil del Comando de Patrullas se dirigió hacia al lugar. Al llegar, lograron apresarlos y les secuestraron un revólver .32 largo, con cuatro municiones percutadas, además de 29 dólares y dos reales.
"Se pudo recuperar todo lo que se llevaron, salvo las alianzas del matrimonio y la ropa", afirmó el hijo, quien comentó que su padre, luego del ilícito, se acostó. Sin embargo, ayer a la mañana la víctima se despertó con mucho dolor en el ojo y fue hasta el Hospital Italiano. De ahí, lo enviaron a la Clínica Santa Lucía, donde se determinó que había sufrido un desprendimiento de retina y tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica con láser.
Los malvivientes que actuaron en la entradera son dos jóvenes de 20 y 21 años, quienes ahora deberán responder ante UFI 15 por los delitos de "tentativa de robo calificado y lesiones". Por su parte, la moto que dejaron en la residencia de los perjudicados, una Honda Twister de 250 cilindradas, fue llevada hasta la comisaría Novena y se corroboró que tenía pedido de secuestro.





