Este jueves uniformados de la DDI La Plata, bajo las directivas del comisario inspector Pedro Beltrame, detuvieron a los hermanos Lucas y Franco Picchi, quienes quedaron acusados de los delitos de "abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo con acceso carnal en concurso con corrupción de menores".
El expediente judicial es tramitado por le fiscal Marcelo Romero, de la Fiscalía Nº 6, y presta intervención el juez de Garantías Guillermo Atencio, titular del Juzgado Penal Nº 1.
Uno de los detenidos es el padre de la víctima, mientras que el otro resulta ser el tío. Según obra en la causa, la detención de ambos se dio en la vivienda que compartían, ubicada en avenida 60, entre 4 y 5 de la capital bonaerense.
Los investigadores pudieron establecer que durante las vacaciones de invierno del 2012, desde el jardín de infantes donde concurría la víctima (en ese entonces tenía 5 años de edad), le informaron a su madre sobre un cambio de conducta, siendo que el niño se encontraba angustiado, hacía juegos sexuales con su compañeros de sala y se orinaba encima.
Por estos motivos comenzó un tratamiento psicológico hasta 2018. Cabe señalar que en enero del 2013, la mamá junto a su expareja Lucas Daniel Picchi, acordaron que el niño dormiría en la casa de su padre y un día en la casa de ella.
"El 6 de febrero del 2013, mientras la mujer se encontraba cocinando, su hijo le tocó la cola, a lo cual ella le preguntó con quién jugaba y el niño le contestó que jugaba al doctor con su tío Franco, y que éste le tocaba sus genitales", se lee en uno de los apartados de la causa.
Con esos elementos el fiscal Romero solicitó la detención de los hermanos Picchi, la cual fue otorgada por el mencionado juez de Garantías. Tras esto se montó una vigilancia en los alrededores de la vivienda de avenida 60 para llevar a cabo las detenciones.
Otro de los aberrantes métodos empleados por los imputados para abusar del pequeño consistía en que se arrojaban yogurt en el pene y en el ano, para luego obligar a su víctima a que les practicara sexo oral.
Los informes en Cámara Gesell comprobaron la veracidad de las manifestaciones del menor, situación que agravó los cargos contra los dos acusados.
