Julieta Sánchez tiene 15 años y está desaparecida desde este jueves a la mañana. No se supo nada más de ella en simultáneo a un robo de US$ 23 mil en su casa de Neuquén. La familia duda de uno de sus amigos y la Justicia investiga si la menor, que es paciente psiquiátrica, se escapó con el dinero.
Como publica el diario lmneuquen.com a la quinceañera la buscan desde las 10:30 de ayer. En esa casa de la esquina de África y Mar Argentino, en el barrio Rincón de Emilio, no hay una sola puerta ni ventana forzada. Y en un patio interno hasta se encontró un manojo de llaves de la casa.
"El hermano se despertó y notó que había distintos lugares revueltos, donde se guardaba dinero, y la joven no estaba. Tampoco se encontró la documentación de la menor, prendas de vestir, un matafuego y una caja de herramientas", dijo el comisario Agustín Cartolano.
Su mamá, Marita Frías, posteó en Facebook una foto de su hija junto con un mensaje: "Tranquila hija, te vamos a encontrar".
"El celular de Julieta da como apagado y los expertos en informática están tratando de ubicarlo. Además, se está realizando un exhaustivo relevamiento de las cámaras de seguridad, revisar la terminal de ómnibus y el aeropuerto neuquino", siguió Cartolano.
Lucero dijo que también están tratando de localizar a un amigo de Julieta, pero por el momento no han logrado mayores avances. "De la casa falta ropa de ella, lo que podría indicar que se habría retirado, pero al mismo tiempo faltó una caja de herramientas, un matafuego, una gran suma de dinero. Teniendo en cuenta las cosas que faltaron, es muy difícil sostener una sola hipótesis", detalló.
Los peritos de Criminalística detectaron una huella digital de una lata donde se guardaba dinero y ahora cotejarán si pertenece a alguien ajeno a la familia.
Julieta pertenecía a una familia ensamblada. En septiembre se mudó de Cutral Có a Neuquén, donde residía con su madre, para vivir con su padre, Marcelo Sánchez, y su pareja, una abogada.
Pese al tratamiento psiquiátrico de la chica de 15 años, no hay antecedentes de una crisis que haga suponer a la familia que se escapó. No hubo llamado extorsivo. Y el dato aún más desconcertante, es que en el momento del robo también estaba su hermano mayor.