Dejar el auto y andar en micro: ¿una batalla perdida?

Opinión 21/01/2018 . Hora: 07:01

No es novedad que el 2018 será un año de ajustes. Tal como fue pedido desde Nación y fundamentalmente por María Eugenia Vidal, la Comuna reducirá los gastos a lo estrictamente necesario, teniendo como prioridad la finalización de obras y proyectos ya iniciados.

Se terminó el tiempo de vacas gordas y las grandes inversiones en tema de obra pública. Parece que la austeridad va a predominar y, en materia de tránsito y transporte, se afrontará sólo lo que no le genere grandes gastos al Municipio.

El objetivo es claro: desalentar el uso de los autos particulares. El crecimiento del parque automotor y una ciudad tan centralizada como La Plata no son una buena combinación, y es imposible manejar –y estacionar- en el centro.

A 20 días de iniciado el año, Julio Garro ya encaminó la primera modificación en pos de mejorar el funcionamiento del transporte público. A partir del 1 de febrero se reubicarán 115 paradas de colectivos, como parte de un plan macro que se extenderá por todo el casco urbano (700 paradas aproximadamente) y las periferias.

La idea es que estén ubicadas a 200 metros para que los viajes no sean tan prolongados; teniendo en cuenta que hoy día muchas empresas cuentan con paradas en todas las cuadras, fundamentalmente en zonas donde se concentra la mayor cantidad de gente.

Esta modificación vendrá acompañada de más información sobre cada recorrido de las líneas, una eterna cuenta pendiente con los usuarios. Teniendo como referencia las paradas de Capital Federal, se utilizará una nueva señalética que unificará los criterios gráficos de todas las líneas y se indicarán los destinos.

Ese será, sin dudas, un cambio que aunque mínimo, beneficiará a todos los vecinos y a quienes visiten la Ciudad. Además, las paradas se ubicarán por destino y no por empresa.

Y en esa línea irán los proyectos este año: pasos pequeños pero que aporten soluciones.

La prueba de los carriles exclusivos para el transporte público en avenida 44 dio los resultados esperados y finalizarán en febrero. La idea es replicarlo en otras zonas (avenida 520, diagonal 80, por ejemplo) en el corto plazo, ya que no es una intervención onerosa para el Municipio.

Un sector imposible para la circulación es calle 54 entre Plaza Moreno y avenida 7. El proyecto de una vía exclusiva para los colectivos ya existe, pero "está atado a fondos de Nación".

Según informaron desde la Subsecretaria de Movilidad Urbana, con la utilización de los carriles se comprobó una reducción de, mínimo, 20 minutos de viaje.

Más allá del tiempo estimado de recorrido, uno de los motivos que desalientan a utilizar el transporte es la frecuencia: el usuario nunca sabe a qué hora va a pasar el micro que necesita tomar. Tampoco se cuenta con algún sistema que informe fehacientemente la distancia a la que se encuentra el colectivo. Existen algunas aplicaciones para celular pero al no ser oficiales, no son exactas y muchas veces dan información errónea.

Según informaron desde la Comuna, Movilidad en conjunto con la Secretaria de Modernización, están trabajando en una aplicación similar a la que puso en funcionamiento el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Todos recordarán: antes había se podía enviar un mensaje de texto con el número de parada y te indicaban en cuantos minutos pasarían todos los micros que frenaban en ese punto. El subsecretario de Movilidad Urbana, Juan Francisco Martínez Mendioroz, explicó que, en realidad, si bien el servicio brindaba una respuesta, no era precisa porque la flota no contaba con los GPS correspondientes.

Prevén que la nueva aplicación sea lanzada en los próximos meses y será en dos etapas: en un primer momento contaría con la información de cuáles son los recorridos y cómo se hace para llegar de un lugar a otro; y la segunda etapa sería con el sistema funcionando en tiempo real, con la información exacta del tiempo de llegada de la unidad.

Para ser un tema tan esencial para el día a día de los usuarios, al Municipio le está llevado bastante tiempo resolverlo. Pero, desde Movilidad también le tiran la pelota a las empresas que prestan el servicio. Según indicó Martínez Mendioroz, el problema está en el sistema de contratación, ya que, por ejemplo, no se pueden agregar unidades de transporte y tampoco ampliar recorridos porque están sujetos a un sistema de subsidios.

Aun restan tres años de contrato con la actual compañía, ¿eso significa que el usuario tendrá que seguir lidiando con un transporte deficiente? La respuesta oficial fue rápida: no. Pero aparentemente la única opción es confiar en que se pueda flexibilizar el sistema para tener la posibilidad de ampliar recorridos y que las unidades puedan, nada más y nada menos, que llegar a todos los barrios de La Plata. El crecimiento no planificado de la Ciudad también colabora al aislamiento de cientos de vecinos que tienen la parada más cercana a un mínimo de 20 cuadras.

En ese sentido, el subsecretario de Movilidad explicó que cuando se realizó el contrato de concesión se tuvo en cuenta un estudio de población que no estaba actualizado; entonces desde el inicio el servicio ya comenzó de atrás.

UNA CIUDAD SALUDABLE

Además de mejorar el transporte público, la idea del intendente Julio Garro es que los platenses dejen el auto y agarren las bicicletas. Es por eso que ya existe un proyecto que propone una red de ciclovías que conecten distintos puntos de la Ciudad.

El freno está puesto, una vez más, por un tema económico, y es por eso que se está llevando adelante por tramos. Diagonal 73 entre Plaza Rocha y Plaza Moreno ya cuenta con un sendero exclusivo para ciclistas; y una de las próximas en la lista serán las colectoras de Camino Antártida.

Además, se realizaron mejoras considerables en algunos puntos del microcentro teniendo como prioridad a los peatones. Con un gasto no significativo para las arcas municipales, en las esquinas se instaló un espacio que habitualmente era mal utilizado para estacionar, para que el peatón espere ahí para cruzar. Esta intervención no perjudica la circulación vehicular pero achica el radio de giro y obliga al conductor a reducir la velocidad.

Es un cambio de hábitos que llevará mucho tiempo. Son muchas las cosas por mejorar y mientras la Ciudad siga centralizada y con colectivos que conecten tramos cortos, los platenses seguirán viéndose en la obligación de utilizar el auto.

Desde la Municipalidad son conscientes de ello, y por eso, pese a la reducción de gastos casi obligatoria, buscarán con pequeñas intervenciones y de cara al 2019, mejorar la vida diaria de los vecinos.