Las trampas de la paritaria: Vale todo

Opinión 21/01/2018 . Hora: 09:00
Las trampas de la paritaria: Vale todo

A pocos días de febrero, el juego de las paritarias se reanuda. La de los docentes, como se sabe, suele marcar el pulso de las negociaciones siguientes. Y ya se advierte una larga discusión. El gobierno insinuó que habrá una propuesta de 15% en la Provincia de Buenos Aires, acorde al objetivo inflacionario.

BANCO PROVINCIA

El terreno bonaerense es muy pantanoso. Los gremios arrastran la bronca por la reforma previsional y van a esgrimir una fuerte victimización por el otro "cuco": la reforma laboral. Para agitar las aguas, el Ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, sugirió públicamente abolir la cláusula gatillo. "No hay que enamorarse de las herramientas", afirmó. 

La paritaria docente es muy difícil para cualquier gobierno. A principios del 2017, el Secretario General de UDOCBA, Miguel Díaz, reveló a COOL 103.7 el modus operandi: "Nosotros tenemos mucha experiencia en las negociaciones. Sabemos que la primera oferta del gobierno la vamos a rechazar".

REINO DE LOS CHOCOLATES

El gobierno sabe que la primera oferta salarial será rechazada por los gremios docentes. Y los gremios docentes saben que la primera oferta salarial del gobierno va a ser menor a la que realmente pueden pagar. En Economía, a este tipo de relaciones se las estudia con la "Teoría de Juegos", donde dos agentes (en este caso, gobierno y sindicato) toman decisiones por "inducción hacia atrás", es decir, tratando de advertir que es lo que racionalmente debería elegir mi adversario. El objetivo es anticipar cada jugada del oponente para poder tomar la decisión más óptima.

Pero acá el tema no es tan simple. Los gremios docentes no tienen incentivos a aceptar un aumento paritario. Siempre podrán pedir más y más sin contraindicaciones. El gobierno dirá: "No alcanza la plata". Y el gremialista responderá: "Mentira. Saquenlá de otro lado". En el sector privado, eso no ocurre: los sindicatos saben que incrementos salariales desproporcionados pueden generar pérdidas de empleo en un futuro.

CADENA COOL

La única limitación para el gremio docente es el tiempo. Cuando empiezan las clases, desestimar una oferta (e ir a un paro) sí tiene un costo: dejar a los chicos sin clases. Y ahí el sindicato ya no negocia solamente con un gobierno, sino con toda la sociedad que se ve afectada por la medida de fuerza.

Por eso, desde esta perspectiva, al gobierno no le conviene hacer ofertas salariales por anticipado. Éstas serán rechazadas una y otra vez. La conclusión es terrible, pero es la realidad. No hay una actitud colaborativa entre ambos agentes.

La cláusula gatillo parecía un buen instrumento para dar garantías y credibilidad. Ahora el gobierno quiere sacarla. ¿No será una estrategia para luego darla a los sindicatos como una noble "concesión"?

El gobierno pide negociar al 15%, su nueva meta para 2018. De acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado que recoge el Banco Central de bancos y consultoras privadas, la inflación estará en torno al 17%, mientras que la inflación núcleo (aquella que no incluye precios regulados y estacionales) se ubicará en 14.6%. 

Está claro que en el sector privado el gobierno tiene poco para hacer. Cada aumento se definirá según la negociación y posibilidad entre la patronal y el gremio de esa rama. Pero la meta sirve como una sugerencia para ambos. Y, desde luego, para anclar las expectativas inflacionarias. En el último año, varios acuerdos se sellaron con cláusula gatillo y, en general, la mayoría le empató como mínimo al incremento de precios. 

Las negociaciones estarán contaminadas por la reforma laboral. Un ala del gobierno parece imponerse: la que quiere que la reforma sea fragmentada en varias partes. En vez de debatir un único cuerpo de modificaciones, habría varias "mini leyes". Era un pedido de los senadores del justicialismo y también de un sector importante de la CGT. Hay un paquete de cambios que algunos llamarían de "flexibilización laboral" y otro paquete vinculado al "blanqueo laboral". En el Congreso avanzaría solo éste último. Algo es algo para Cambiemos.

La reaparición de Moyano y Barrionuevo, por si fuera poco, le ponen más picante al asunto. Serán tres meses interesantes para ver cómo camina el gobierno en un desfiladero político y económico que es bastante estrecho.

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