Con la marcha de Camioneros en plena cuenta regresiva, el Gobierno de la Ciudad afronta un test clave: garantizar la seguridad y evitar desmanes. El secretario de Seguridad, Marcelo D'Alessandro, remarcó que el límite de la Policía de la Ciudad "son los violentos" y anticipó que no van a permitir desmanes ni roturas en el espacio público.
Para evitar incidentes, D'Alessandro destacó la importancia de la mesa de diálogo que, en la previa, reunió a representantes de los principales gremios movilizados, a dirigentes del Gobierno y la Defensoría del Pueblo: "Apelamos a la responsabilidad de los dirigentes, tratamos de disminuir a la mínima expresión cualquier tipo de violencia", manifestó.
"En mí recae la responsabilidad de brindar cuidado a todos los vecinos de la Ciudad, a los que ingresan en forma diaria a trabajar, a los que manifiestan y a los bienes", remarcó el funcionario de Seguridad. Además, recalcó que el límite son los violentos: "No vamos a permitir nada que dañe bienes, genere disturbios y en ese sentido actuaremos", indicó.
D'Alessandro rechazó que la seguridad de la marcha sea una responsabilidad compartida entre la Policía y camioneros ya que "la única seguridad es la que brinda el Estado". "Simplemente cada organizador de algún evento en el espacio público conlleva responsabilidades y son ellos los que tienen identificados muchas veces con chalecos para determinar los lugares o lo que fuere en la marcha", agregó.
El operativo de seguridad ya está diagramado. El objetivo de la policía es estar "cerca por cualquier desborde que se realice, la vamos monitoreando constantemente con todas las cámaras de la seguridad, con el sistema de aerovigilancia".
La Policía tiene la orden de actuar ante desmanes o situaciones de violencia con los elementos disuasivos. "La policía no va a tener armas de fuego, sólo camiones hidrantes, escudos y postas de goma.
