La policía llegó a la casa de la localidad bonaerense de Presidente Perón por el llamado de una mujer, que decía haber encontrado a su esposo muerto en el baño. El llanto de Karina Fernández se transformó en minutos en la confesión del crimen y tanto ella, como su hija de 16 años y la pareja de la chica, quedaron detenidos.
El cuerpo de Andrés Pezko, de 49 años, había sido degollado y acuchillado numerosas veces en el pecho. El motivo del brutal asesinato, de acuerdo a lo que declaró la mujer, eran las supuestas amenazas constantes a las que la sometía.
Cansada de la situación fue que planeó el asesinato, pero no lo hizo sola. La adolescente habría sido la encargada de inmovilizar a su papá mientras su novio lo apuñalaba hasta provocarle la muerte.
Los tres fueron detenidos por personal de la DDI de La Plata y la causa fue caratulada como "Homicidio triplemente agravado".
