
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, advirtió este viernes que "no hay nada nuevo" en la denuncia contra el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, tras conocerse que la Policía Federal de Brasil lo acusó de haber recibido 850 mil dólares en 14 transferencias, a través de una megaestructura para lavar dinero y evadir impuestos.
"Por lo que hemos visto hasta ahora, no hay nada nuevo. Hemos pedido a la investigación un poco más en detalle. Por lo que nos dijeron, el gobierno de Brasil no estaba al tanto de esta situación, y es un policía de San Pablo (el comisario de la Policía Federal en San Pablo Milton Fornazari, que actuó en la "Operación Descarte"), no la institución de la Policía el que hace esta mención", señaló Peña en conferencia de prensa tras una reunión de Gabinete ampliado en el Centro Cultural Kirchner (CCK).
Consultado respecto a las diferentes posturas que adoptó el Gobierno ante situaciones similares, en la que funcionarios se encuentran sospechados por la Justicia, Peña explicó: "Hoy por hoy no hay una denuncia en contra de Arribas. En el caso de Valentín Díaz Gilligan (ex subsecretario general de Presidencia), él se apartó porque consideró que era mejor ejercer su defensa fuera del Gobierno".
Además, según Peña, el caso de Arribas es distinto porque "todo se basa nuevamente en la denuncia de esta persona (Leonardo) Meirelles, que ya ha sido demandado por arribas por mentiroso".
Al reforzar su defensa sobre Arribas, Peña desacreditó con ironía el testimonio de Meirelles. "Lo que sí hay de nuevo es que la fuente de la investigación antes dijo que las transferencias se debían a Odebrecht y ahora son de la empresa de basura en San Pablo", expuso.
No obstante, según apuntó a La Nación Milton Fornazari, "se descubrió que en 2013 este operador (por Arribas) pidió a Yousseff y a Meirelles que hicieran transferencias desde su cuenta en el banco HSBC de Hong Kong para una cuenta en un banco argentino, en la Argentina, a nombre de Arribas. El origen del dinero estuvo en Brasil. Se trató de una operación fraccionada, fueron 14 transferencias bancarias que suman US$ 850.000".
Según Fornazari, a Arribas se lo investiga para determinar "porqué recibió esos valores de manera ilegal y cómo se benefició en esa operación".
"El fraccionamiento es algo de costumbre en ese mercado ilegal de cambio de dinero. Todas las transferencias fueron hechas en un período breve, de unas dos semanas", remarcó el policía brasileño.