Ocho jóvenes comenzarán desde hoy a ser juzgados en el Tribunal Oral Federal N°1 por estar acusados de ser parte de un grupo nazi que perpetró ataques violentos basados en el odio y la discriminación, que incluyeron pintadas, daños materiales, amenazas de muerte y fuertes golpizas.
Los imputados son Alan Emmanuel Olea (19), Gonzalo Salomón Paniagua (26), Nicolás Caputo (30), Giordano Spagnolo (23), Giuliano Spagnolo (21), Oleksandr Lechenko (23), Franco Martín Pozas (28) y un joven que era menor de edad al momento de los hechos.
El tribunal estará integrado por los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Bernando Bibel, quien reemplazará a Néstor Rubén Parra, que se jubiló recientemente.
El juicio comenzará en la sede del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Federal y se desarrollará durante marzo y abril con audiencias los martes y miércoles. Fuentes judiciales señalaron que en la primera audiencia se leerá la acusación, mientras que a partir del miércoles comenzarán a declarar los testigos.
El caso llegó a debate oral luego de que el tribunal federal rechazara en agosto último un acuerdo de juicio abreviado promovido por el fiscal federal Juan Manuel Pettigiani.
Pettigiani había propuesto que el proceso se resolviera mediante un acuerdo de juicio abreviado con las defensas de los imputados, porque para el fiscal durante la instrucción no había quedado acreditado que los jóvenes hayan integrado una organización de bandera neonazi.
Representantes de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) a nivel local y de las víctimas plantearon que los delitos imputados, contemplados en la Ley Antidiscriminatoria y el Código Penal, impedían la realización de un juicio abreviado.
El tribunal decidió finalmente no homologar ese acuerdo y concluyó como "necesario" llegar a un juicio oral y público para poder ventilar los hechos y profundizar el debate para determinar si se trataron, o no, de agresiones realizadas por organizaciones nazis fomentadas por el odio. Además, en esa misma resolución, rechazaron el pedido de la querella de apartar al fiscal Pettigiani, ya que para ellos no cometió ninguna irregularidad.
El fiscal Pettigiani había intentado resolver el caso en un juicio abreviado, pero el mismo fue rechazado por el Tribunal.
Por otra parte, cabe destacar que todos los imputados llegan a juicio en libertad: Pozas y Giuliano Spagnolo fueron excarcelados y Olea, Paniagua, Caputo y Levchenko cumplen arresto domiciliario hasta el inicio del proceso.
En un documento presentado por el fiscal federal general de Mar del Plata, Daniel Adler, destacó que "a partir de la detención de este grupo de personas han cesado las amenazas, golpizas y manifestaciones nazis en la ciudad, resultando necesario evitar la instauración en el espacio público del patrón de violencia para imponer ideas".
"El Ministerio Público Fiscal tiene como objetivo defender la legalidad y el interés general de la sociedad. En ese marco pretende el respeto de los Pactos, Tratados y Convenciones Internacionales de DDHH que forman parte de las normas legales vigentes en la Argentina, y que indican que, por el sólo hecho de ser personas con dignidad, todos nacemos iguales en derechos. Se ha desarrollado una estrategia que pretende se sancione a quienes en forma violenta desarrollan acciones violentas y discriminatorias que violan esos principios, en la inteligencia de evitar, en un futuro, la imitación de esas conductas", había expresado Adler.
El modus operandi de la organización, al menos desde el inicio de 2014, fue a través de pintadas con aerosol de carácter intimidante, con cruces esvásticas, y leyendas nazis del estilo "siegheil" y descalificativos discriminatorios como "reventadas" en los frentes de tres viviendas.
También hubo amenazas mediante la utilización de frases intimidatorias tales como "te voy a matar hija de p…" o "tené cuidado que somos muchos los pelados en Mar del Plata", "son una lacra para la sociedad, los vamos a matar uno por uno, sabemos dónde se juntan", "vos cuidate porque te voy a acuchillar" entre otras, exhibiendo cuchillos y manoplas.
También hubo agresiones físicas en forma grupal a sus víctimas, golpes de puño, ataques utilizando elementos contundentes, con filo, caños de pvc rellenos con concreto, palos con clavos, manoplas, cascotes y cajones de verdura, "quedando de manifiesto, como característica común, la posición desaventajada de las víctimas, no sólo por no poseer herramientas de defensa, sino además por el número de agresores que generalmente rondaban en más de tres personas", reparó el Ministerio Público Fiscal.
A su vez, se cometieron daños materiales en las propiedades que pertenecerían, o a las que concurrirían en forma asidua, las personas hostigadas, generando roturas de vidrios, ventanas y paredes. A ello se sumaban también amenazas en redes sociales.
Todo ello, marcaron los fiscales, sustentado en teorías de superioridad de la ideología nazi, promoviendo la discriminación racial, alentando a la persecución o el odio contra grupos de personas minoritarios que profesan el derecho a la igualdad, con la finalidad de colonizar e imponer sus ideas nazis, combatiendo las ajenas por medio del temor o la fuerza, discriminando política, religiosa, xenofóbicamente y sexualmente a quienes consideran "diferentes". Con esos objetivos, integraban el grupo denominado "Bandera Negra" y/o el grupo "Frente Skinhead Buenos Aires Mar del Plata" (Fssba), teniendo sus integrantes intervención conjunta y/ o alternada, con permanencia en el tiempo.





