Néstor Montiel había entrado en una casa, atado a sus víctimas con cinta de embalar y abusó sexualmente de la adolescente de 15 años que vivía en el hogar. Estuvo más de dos horas, en las que además consumía cocaína y se llevó mil ochocientos dólares.
Por ese delito había sido condenado a 18 años de prisión en 2004, sin embargo contaba con el beneficio de libertad condicional. En ese contexto, fue que asesinó salvajemente a Nadia Arrieta en Villa Tesei.
Por el crimen de la mujer, logró mantenerse prófugo por un día y medio. Finalmente, fue detenido ayer al mediodía en Sarandí, cuando estaba a punto de encontrarse con su novia. Se había rapado el pelo y tenía la barba crecida.
La clave para acorralar a Montiel fue el seguimiento y las escuchas directas que la Justicia había ordenado sobre un número de teléfono celular que usaba el sospechoso y que quedó incorporado a la investigación gracias a que la propia víctima la dejó anotado en un papel encontrado en la escena del crimen.
Después de negarse a declarar, seguirá detenido en la Comisaría Primera de Morón por el delito de homicidio agravado por violencia de género.