El intendente de la ciudad de La Plata ha gobernado dos años pasando más horas en su escritorio o escritorios ajenos que conectándose directamente con los vecinos.
Su forma no ha sido errada para los primeros tiempos pero sí en algunos casos extremista y eso le trajo algunos problemas recientemente. Sin dudas, las horas en escritorios han sido muy productivas para el avance administrativo de muchas cuestiones pero al mismo tiempo su presencia en la calle se transformó en algo ausente.
Entre actividad y actividad es común que lleguen muchos mensajes del Jefe Comunal hacia sus Secretarios reclamando por diferentes cosas que ve durante su recorrido. Lejos de estar aislado siempre es muy observador y exigente con los cambios. Pero el problema es que su vínculo con los vecinos sólo se da en los timbreos y en escasas actividades que tiene en su agenda haciendo acto de presencia en diferentes lugares. Se lo ve muy poco en eventos municipales y mucho menos en privados o institucionales. La mayoría de las veces hace su acto de presencia en los aniversarios cortando la torta, pero su visibilidad es poca en comparación con otros intendentes y con la forma de hacer política que se necesita ahora. Humildemente creo que lo ayudaría mucho si estuviera más presente en diferentes lugares ya que el "boca en boca" en La Plata funciona de la misma manera que en un pueblo de 100 habitantes. Que se empiece a hablar más de "vino el intendente a visitarnos" o "lo invitamos al intendente y vino", le vendría muy bien.
Pero esa rutina de mucha agenda en el palacio municipal o palacios provinciales o nacionales parece estar llegando a su fin con la novedosa idea de hacer reuniones de gabinete en distintas delegaciones. El avance es importante ya que de esta manera se puede saber más de cerca lo que necesita cada barrio, tomar nota y escuchar a los vecinos. Esto no es muy nuevo en el gobierno local, ya que a fin de año el intendente y parte de su equipo mantuvieron reuniones con vecinos en las últimas semanas del año pasado.
No todo es queja y reclamo. Esta es la parte que Julio Garro debe cambiar ya que debería aumentar su presencia en distintos actos sociales de todo tipo. El año que viene debe pelear por su reelección y verlo en distintos ámbitos -aunque sea unos minutos- le valdrá más que una carta genérica elaborada desde la dirección de ceremonial agradeciendo la invitación y disculpándose por no estar presente.
Esta semana un colegio de Ignacio Correa padeció el cambio del SAE (Servicio Alimentario Escolar) que recientemente pasó a la órbita municipal, ya que faltó agua potable, artículos de limpieza y alimentos. Cuando le consulto a una de las personas responsables del área sobre este tema me responde: "Correa queda lejos y nadie quiere ir". Lamenté enormemente esa contestación ya que si bien me aseguraba que eso no iba a volver a pasar porque iban a trabajar fervientemente en mejorar la situación, la actitud de muchos integrantes del municipio es esa. Pero aunque parezca mentira no me sorprendió tanto. Meses atrás conduje gentilmente el 50° aniversario del Centro de Fomento de Ignacio Correa y al consultarle a los vecinos si habían invitado al intendente, me respondieron que sí pero que se había disculpado con una carta lamentando que podía no estar presente. Rápidamente les digo, que seguro que el anterior intendente hubiera ido y me dijeron que siempre que lo invitaron fue, estuvo no más de diez o quince minutos, pero fue.
Con esto pienso que este nuevo Julio Garro descentralizado puede servirle para que mientras está en las reuniones de gabinete fuera del palacio o en un acto privado o institucional en alguna localidad, con el intercambio de palabras con los vecinos podría tener más data precisa de lo que falta en cada lugar y no desaprovechar una gran oportunidad como pasó esta semana con el SAE (Servicio Alimentario Escolar), ya que no se sabía con anticipación cómo funcionaba el sistema cada colegio. Es mentira que hubo comida en mal estado, pero sí mala voluntad de los funcionarios de saber qué características tiene cada institución. No todas las escuelas tienen la mismas heladeras. Algunas tienen más heladeras, otras sólo una, algunas tienen más chicas, otras más grandes. Es por este motivo que en algunas instituciones necesitan que las empresas prestadoras de servicio pasen más de una vez por semana para que de esa manera la comida no termine en mal estado.
Por otro lado creo que es muy positivo tener a Oscar Negrelli en esta área o poniendo la cara por el municipio cuando hay que hacer una denuncia. Primero porque es ídóneo -por la educación- y segundo porque es sólido en sus declaraciones cada vez que denuncia irregularidades o posibles hechos de corrupción como en teoría hubo en la anterior gestión en el SAE. No se ilusionen, no me amigué con "el Lobo" pero lo justo es justo y en estas cosas el Coordinador de Gestión funciona muy bien.
No quiero dejar de reconocer que el intendente fue muy bien recibido el año pasado en la Isla Martín García, un lugar donde reclamaban hacía mucho tiempo la presencia de un Jefe Comunal. Ese el Garro que quiere el platense, no sólo el que aparece en los aniversarios o hace una reunión de gabinete en alguna delegación. El platense quiere compartir las buenas también con su intendente y tal vez ahí la data de lo que pasa realmente en cada lugar se presenta mucho mejor. Tiene algo que otros no tienen, un carisma importante.
Para terminar ee quedo con lo que me dijo un oyente un día después de una nota en COOL 103.7: "Lo escuché y me dieron ganas de tomar una cerveza con él y ahí de paso contarle como si fuera un amigo las cosas que necesitamos, la verdad que lo escuchás y parece un tipo muy piola y quiero darle una mano".
MEME DE LA SEMANA
