Ana Julia Quezada confesó que asesinó a su hijastro, Gabriel Cruz, durante una discusión el 27 de febrero. El cuerpo de la víctima fue hallado en el baúl del auto de la mujer el domingo pasado tras una intensa búsqueda en Almería, España.
Quezada, de 44 años, confesó que golpeó en la cabeza a Gabriel con el mango de un hacha y luego lo estranguló. Los forenses confirmaron que el chico de ocho años murió por asfixia.
La mujer aseguró que el chico intentó atacarla durante la discusión.
El juez interviniente prohibió la incineración del cadáver por si acaso es necesario hacerle más pericias.
Gabriel fue visto con vida por última vez tras salir de casa de su abuela para ir a la de unos familiares, situada a escasos metros, en la comarca de Las Hortichuelas, en Níjar (Almería).
Su desaparición mantuvo en vilo no sólo a sus padres, Patricia Ramírez y Ángel Cruz, sino también a sus vecinos y hasta a la propia Quezada, por entonces pareja de Cruz, que colaboraba con la búsqueda.
De hecho había sido Quezada quien el sábado 3 de marzo anunció a la policía que había descubierto una remera blanca con restos de ADN de Gabriel. La prenda estaba en una zona que ya había sido rastrillada.
