A la altura de 173 y 72 se terminó todo para Juan Carlos Toribio, un joven boliviano de 28 años que trabajaba como quintero, en la zona. Según fuentes de la Policía y la Justicia en un ataque con la finalidad de robo sufrió un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó tendido, sin vida, sobre la calzada. Por el hecho fueron detenidos, a pocas cuadras de allí, un menor de 15 años y un joven de 18, iban a bordo de la Honda Wave en la que se movía Toribio.
Según revelaron ayer fuentes vinculadas a la investigación Toribio disfrutaba de una jornada con familiares, en un campo del área rural de Los Hornos y decidió salir en su moto en busca de bebidas. La Policía lo encontró muerto, con la cabeza destrozada. La lesión es de tal magnitud que inicialmente se calculó la posibilidad de que hubiera sufrido un accidente de tránsito. La idea se descartó rápidamente, cuando un hermano del muchacho de 28 años arribó a la zona donde yacía el cadáver. Lo reconoció y avisó que en la escena no estaba el vehículo en el que se movía.
Así las cosas, la Policía lanzó un aviso que en pocos minutos tuvo respuesta. En 73 y 167 efectivos de la fuerza interceptaron a dos adolescentes que iban en moto a instancias de una denuncia que no tenía vinculación con el alerta lanzado a menos de diez cuadras.
Los detenidos fueron trasladados a la comisaría tercera de Los Hornos, donde se determinó que uno tiene 15 años y el otro 18.
Mientras tanto, efectivos de la Policía preservaban el lugar del crimen a la espera de los peritos de la Policía Científica, del fiscal en turno Juan Cruz Condomí Alcorta (UFI 6) y del personal de la Dirección de Investigaciones (DDI) de La Plata. También interviene en el caso la Fiscalía de Menores a cargo de Silvia Pérez.
