El hecho estremeció a todo General Rodríguez, cuando Nelson Zura Mendoza reconoció haber matado a sus bebas gemelas, incinerar los cuerpos en un predio lindante a su casa y arrojar los restos en el Río Luján.
El episodio según relataron los vecinos, comenzó en la madrugada del domingo cuando la madre de las menores acudió ante la Policía y relató que su marido la tenía secuestrada hacía un año, para que no denunciara el asesinato de las dos hijas gemelas de ambos, a quienes había asfixiado con una frazada porque lloraban mucho y, luego, calcinado.
Minutos más tarde detuvieron a Mendoza, que en un principio acuso a la madre de haber perpetrado el crimen, pero horas más tarde se quebró y confesó haberlas matado porque lloraban mucho y que a una la arrojó al río y a la otra la enterró.
