El hombre es un sobrino de un exjugador profesional de la institución. Presentó un texto en el que describió los abusos que vivió y que aseguró eran sistemáticos.
Tras presentar el escrito, se labró un acta y se le tomó declaración a la titular de la Asociación de Víctimas de Violación (Avivi), María Elena Leuzzi, que representa al exfutbolista, y al abogado del organismo, Andrés Bonicalzi.
En la carta, el hombre describe que los abusos en River tienen lugar desde la década del 70 y que los profesionales de las divisiones inferiores "se pasaban información de los chicos disponibles y dispuestos". Y en ella aclaró: "Nadie hace favores gratis".
Las palabras del exjugador de las divisiones inferiores son contundentes. "La mafia que maneja o manejaba el departamento de inferiores, cuando no había más lugar en la pensión, tenía el número de gente que albergaba chicos de River. Fíjense lo que pasó con Messi, donde no hubo lugar, ni quien lo financiara y por eso no pudo entrar a las inferiores del club", detalló.
Y continuó: "En esta lista estaban los homosexuales que albergaban a los chicos. A cambio de casa y comida, algunos chicos eran sometidos a sexo oral".
