Esta mañana Julieta se presentó en la Unidad Fiscal 3 de La Plata, a cargo del doctor Marcelo Martini, para exigir que se llame a indagatoria a Giménez, un sacerdote acusado de abusar al menos de 30 niños y niñas. En la actualidad, el hombre se encuentra en un asilo que pertenece a la Iglesia Católica.
Hector Ricardo Giménez pasa sus días en el Hogar Marín, a seis cuadras del Arzobispado de La Plata por disposición de Monseñor Aguer. En total, Giménez lleva acumuladas tres causas por abuso en los campamentos de verano que dirigía; en dos de ellas –una del año "85 y otra del "96- fue absuelto por falta de pruebas, pero la tercera fue reabierta gracias al testimonio de Julieta en 2013.
"Calculamos que las víctimas deben llegar a cien, desde la década del 60 tenemos información que él viene abusando sistemáticamente de niños" dijo Añazco en diálogo con COOL 103.7. Sin embargo, el cura sigue siendo parte de la Iglesia Católica. "Una vida de oración y penitencia es la pena justa que consideró Aguer" dijo Julieta, "por eso lo envió al Hogar Marín, pero Giménez puede oficiar misa y puede seguir en contacto con niños o adultos vulnerables".
La mujer tiene 42 años y recién hace poco pudo contar el calvario que le tocó vivir cuando era apenas una niña. "Desde City Bell, él dirigía un campamento de verano en Bavio, pero los abusos también pasaban en la escuela, en el momento de la confesión" contó Julieta.
"Uno cuando es niño no sabe lo que está pasando, no sabe que está mal" sostuvo la mujer, "además en mi caso, fue en el momento de la confesión, lo que pasa en ese momento no se puede contar. Si nosotros lo contábamos, nos íbamos a ir al infierno". Julieta contó que vivió situaciones de abuso durante tres años, entre los años '80 y '82.
"Hace cinco años pude poner en palabras lo que me había pasado y ahora no voy a bajar los brazos, fue una transformación, pude transformar el dolor en lucha"