En la apertura de las sesiones ordinarias, el intendente Julio Garro dijo que se estaba revirtiendo la situación de abandono que sufrieron los platenses antes del 2016.
Sin embargo, muchas de las promesas de la nueva gestión todavía brillan por su ausencia. En el presupuesto elaborado para 2017, el gobierno se comprometió a una fuerte inversión para los centros comerciales de calle 8 y calle 12, y los de Los Hornos (calle 137) y City Bell (Cantilo), pero las tareas quedaron a mitad de camino.
Una postal de ese incumplimiento es lo que ocurre los viernes y sábado a la noche en calle 8, con comercios cerrados y calles despobladas. Peatonal fantasma.
Para colmo, Garro ya mantuvo reuniones con los dueños del nuevo shopping que se va a instalar en La Plata y que atemoriza a los pequeños y medianos comerciantes.
Otra de las áreas donde la gestión quedó muy lejos de sus metas iniciales es en Seguridad. En el 2016, las autoridades prometieron 600 cámaras adicionales y un nuevo centro de operaciones. Se trataba de uno de los grandes gastos que figuraban en el presupuesto 2017, pero las licitaciones no se llevaron a cabo por "cuestiones administrativas".
De hecho, ese incumplimiento llevó a una dramática sub-ejecución de la partida en el 2017. De acuerdo a los propios cálculos del oficialismo, el gasto en seguridad del 2017 fue la mitad de lo que se había estipulado en el presupuesto.
Las nuevas cámaras resultan fundamentales porque actualmente hay varias que son viejas y otras que ni siquiera funcionan. El abandono también está presente en el centro de monitoreo, que tiene un estado deplorable para los trabajadores a nivel de higiene y seguridad.
OBRAS FANTASMAS
En materia de obras hidráulicas, el municipio platense y la Provincia también evidencian un claro retraso en los objetivos. Hace algunos días, Garro anunció que todas las obras estarán concluidas en 2019 a pesar de que estaban planificadas para fines de 2017.
La Asamblea de Inundados de La Plata difundió el último 2 de abril un documento crítico acerca del avance de dichas obras. El estudio fue realizado por ingenieros, quienes determinaron que la ciudad todavía carece de un plan integral de emergencia para enfrentar abundantes precipitaciones en poco tiempo.
Del mismo modo, se mostraron preocupados por el nuevo Código de Ordenamiento Urbano que quiere aprobar el oficialismo.
Otra situación que complica a los platenses es la circulación en la vía pública. A pesar de las demoras en la electrificación del Tren Roca, todavía no existe un paso bajo nivel para 1 y 32, lo que genera diariamente un gran trastorno para los vecinos y la posibilidad de accidentes mortales.
El año pasado hubo movilizaciones de los propios frentistas de Tolosa y Barrio Norte, pero los reclamos quedaron en la nada.
Lo mismo ocurre con los baches: los cráteres forman parte del paisaje habitual de muchos barrios y algunas líneas de colectivos debieron cambiar sus recorridos por la incapacidad para transitar.
Por último, vale destacar el abandono en las escuelas de La Plata. De hecho, 15 colegios de la ciudad pusieron el grito en el cielo por la lamentable situación edilicia e iniciaron un plan de lucha.
La escuela secundario 26 de Ringuelet, por ejemplo, no pudo dar clases en el turno mañana el último lunes porque caí agua del techo, provocando inundaciones en varios salones.
Los concejales platenses vienen llevando un reclamo sostenido a las autoridades municipales por la confusa ejecución del Fondo Educativo Municipal. El actual Secretario de Coordinación Municipal y ex responsable de ese Fondo, Oscar Negrelli, había prometido una fuerte renovación en varias escuelas y la construcción de nuevos establecimientos durante este verano. Pero las promesas quedaron en la nada.
