Aunque desmienten los rumores de un futuro al peronismo, estrechos colaboradores de Emilio Monzó confirmaron que el presidente de la Cámara de Diputados no piensa renovar su banca en los comicios de 2019. Y que un mes atrás le anticipó esa decisión al presidente Mauricio Macri y al jefe de Gabinete, Marcos Peña, en una reunión reservada que mantuvieron en la Casa Rosada.
Si bien les habló de motivos "personales", Monzó les habría dado a entender a los más altos referentes del PRO que en la decisión pesa el desplazamiento de la mesa chica del que fue objeto a poco de haber comenzado la gestión. Al punto que el ala política que representa en el Parlamento suele mantener reiteradas fricciones con la cúpula del Gobierno, por medidas que les llegan sin previa consulta.
Monzó suele comentar en su círculo íntimo, cada vez más aislado dentro del macrismo, que muchos de los errores no forzados del Gobierno se deben a la falta de cintura política y al peso cada vez más influyente del ala de "los Ceos".
De la reunión surgió también la voluntad de Monzó de cumplir hasta diciembre de 2019 con su mandato al frente de la Cámara de Diputados, donde ejerce como permanente articulador con la oposición, en un escenario donde Cambiemos no cuenta con mayoría propia.
En cambio, no hubo mención de algún otro puesto al que aspiraría en el futuro el diputado que desempeñó la misma tarea de articulador en la etapa fundacional de Cambiemos, con la dirigencia de la UCR y con la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
Macri y Peña salieron de ese encuentro advertidos de que deberán diseñar las listas legislativas del año próximo con un ojo en la selección de figuras que muestren condiciones para reemplazar a Monzó en la presidencia de la Cámara. En la Rosada aseguran que no ven otra figura con perfil para ocupar ese cargo entre los actuales integrantes del bloque macrista.
Lo más probables es que si Macri resulta reelecto y cuenta con la posibilidad de ungir nuevamente en 2019 al titular de la Cámara baja, un puesto que está tercero en la línea sucesoria -detrás del vicepresidente y del presidente provisional del Senado- busque un dirigente menos librepensador.
Monzó a poco de andar lanzó fuertes críticas al gurú electoral del Presidente, Jaime Durán Barba, pidió un acercamiento a figuras del peronismo con pasado kirchnerista, y planteó la necesidad de fuertes cambios en el Gabinete "para tener más posibilidades" en las elecciones de 2017. Ninguna de esas opiniones fueron tenidas en cuenta por Macri.
El diputados macrista representa a la provincia de Buenos Aires, donde llegó a ser ministro por el peronismo y fue intendente de Carlos Tejedor. En el distrito tampoco mantiene buena relación política con la gobernadora María Eugenia Vidal.