Desde las 15.45 horas, dos grandes del fútbol se juegan en el Bernabéu el pase a la final de la Champions League. Los del Real cuentan con la ventaja de haber ganado 2 a 1 la semana pasada en Munich.
Lo cierto es que los de Zidane se lo juegan todo a una carta para salvar la temporada. Estar en esa final significaría salvar una campaña discreta en Liga y Copa. Caer en semifinales sería un parche que muy pocos "comprarían" para justificar que se ha salvado la temporada. Zidane es consciente de eso y la máxima que rige ahora mismo en el vestuario blanco es salir a mandar desde el primer segundo para marcar rápido y apagar las esperanzas de remontada del Bayern Munich.
El Bayern, por su parte, saldrá a ganarlo sí o sí olvidándose de las bajas importantes que tiene. Las últimas, las de Robben y Boateng, lesionados ante el Madrid hace una semana. El equipo bávaro quiere acabar de una vez por todas con la maldición que parece que le persigue cuando juega contra el Madrid en los últimos tiempos. Y no hay nada mejor para acabar con eso que dejando fuera a los blancos de la final de la Champions.
