Una trabajadora auxiliar fue a la Primaria 41, ubicada en 520 y 139, para abrir el colegio pero cuando llegó al lugar se encontró con una imagen desgarradora: el establecimiento había sido prendido fuego. Enseguida dio aviso a la policía y una dotación de bomberos trabajó en el lugar para apagar las llamas.
Sin embargo, el daño fue muy grave. Además de incendiar la escuela, un grupo de sujetos no identificados, se llevó una gran cantidad de elementos de valor: una computadora, un proyector, una pantalla, una calculadora, varios prendrives, una caja de herramientas, lupas, una calculadora y útiles.
Por su parte, las llamas afectaron varias aulas y quemaron bancos, muebles y útiles que se guardaban en el colegio. Mientras la policía trabajaba en el lugar, los chicos llegaron a la escuela, acompañados por sus papás, y en ese momento recibieron la triste noticia. Las clases tuvieron que ser suspendidas.






