Tras dos semanas de incertidumbre económica, el oficialismo volverá a apelar al timbreo nacional para acercarse a los vecinos, sobre todo a sus votantes, y suavizar los golpes de los tarifazos, la inflación, corrida cambiaria y la vuelta al Fondo Monetario Internacional.
Según confirmaron fuentes oficiales, el timbreo comenzará a las 10 de la mañana, con la presencia de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en duda.
A diferencia de otros momentos similares, esta vez no sólo habrá una charla y foto para redes sociales, sino que también se le entregará a los vecinos un volante con frases e ideas optimistas. Entre los mensajes que buscarán transmitir, se encuentran "Los argentinos empezamos a cambiar cuando decidimos trabajar en equipo para construir un futuro mejor"; "los desafíos son muchos y no hay recetas mágicas"; "juntos estamos avanzando por el camino correcto para llegar a esa Argentina que tanto queremos"; "lo hacemos con compromiso, escuchándonos, diciéndonos la verdad y trabajando todos los días para transformar nuestra realidad entre todos".
La salida a las calles no es casual. La mala situación económica golpeó fuerte la imagen presidencial y, según una encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) de la semana pasada, el 62,7% tiene una mala imagen de Macri y sólo el 35,7% lo ve con buenos ojos. Es la imagen positiva más baja desde que empezó el Gobierno.
