El cura Justo José Ilarraz fue condenado a una pena de 25 años en prisión este mediodía al ser declarado culpable por el abuso de 7 menores de entre 10 y 14 años cuando era preceptor en un seminario de Paraná. Es el segundo sacerdote de la Iglesia Católica preso en Entre Ríos por un delito sexual. "Soñamos con este momento; se hizo Justicia", dijo una de sus victimas después de escuchar el fallo.
El proceso duró casi un mes y se escucharon los testimonios de 24 curas, 4 exsacerdotes, 3 obispos, las víctimas y sus familiares y del propio Ilarraz, que se declaró "inocente" y dijo que "todo fue un plan orquestado " en su contra para perjudicarlo.
Finalmente, el día que más esperaron las víctimas llegó después de más de 30 años y el cura escuchó, visiblemente nervioso, la lectura del veredicto. El tribunal por unanimidad resolvió revocar la excarcelación con la que se lo había beneficiado y ordenaron la prisión domiciliaria hasta tanto la condena quede firme.
En ese sentido, los jueces anticiparon que se le colocará una tobillera o pulsera electrónica para controlar el cumplimiento de la pena y que la sentencia completa se leerá el próximo viernes 1° de junio.
Ilarraz fue acusado de abuso y corrupción agravada de menores cuando era preceptor en el Seminario Menor de Paraná, entre 1984 y 1995, por lo que sus víctimas, que declararon en el juicio, hoy tienen alrededor de 40 años.
Durante las audiencias, Ilarraz "reconoció las cartas en las que confiesa los abusos" pero aseguró que las escribió "confundido y presionado" por el exarzobispo Estanislao Karlic, para que finalice la investigación interna "porque si no perdía el sacerdocio", contó el fiscal Francisco Ramírez Montrull.
La carta a la que se refería el fiscal fue escrita el 18 de enero de 1997 como confesión ante el Tribunal Eclesiástico del Vaticano, y en ella Ilarraz reconoció los abusos y confesó haber tenido "relaciones amorosas y abusivas con seminaristas menores".
Se trata del segundo juicio en la provincia contra un integrante de la iglesia Católica, tras la condena a 25 años de prisión efectiva, también por abusos, al cura Juan Diego Escobar Gaviria en septiembre de 2017.
