El miércoles pasado el Concejo Deliberante trató la rendición de cuentas de la Municipalidad de La Plata. Tras más de 6 horas de debate, en la que al menos 4 de ellas fueron una puesta en escena para los medios de comunicación, Cambiemos logró aprobar la votación con un holgado número: 15 a 9.
Once votos fueron oficialistas, a excepción de la radical Florencia Rollié, quién a medida pasan las sesiones cada vez se explica menos por qué sigue perteneciendo a un bloque en el cual rara vez vota en concordancia con sus pares. Otros tres votos se los otorgó el massismo, con Luciano Sanguinetti y Virginia Rodríguez, y el monobloque del GEN Gastón Crespo que lejos quedó de ser aquel edil que se le paraba de manos a la actual gestión.
A la hora de explicar la votación, Luciano Sanguinetti, quedó encerrado en sus contradicciones: "No compartimos la ideología de Cambiemos, pero eso no quita que no acompañemos; en términos técnicos no tenemos nada que objetar". El edil no tenía forma de explicar una decisión que claramente no había sido suya. A su par Virginia Rodríguez se la notó por demás incómoda con la situación. Más aún porque en las últimas sesiones se había cruzado con Cambiemos por la situación de los productores de la ciudad. Para mal de mayores, en la rendición quedó evidenciado que en la secretaría de Producción local se ejecutaron sólo cinco millones de pesos en 2017, lo que le daba la derecha en todo lo que había denunciado días atrás. Pero se tuvo que llamar al silencio.
El pejotista Fabián Lugli fue el voto número 15. Otra vez levantó la mano a favor de Cambiemos. No habló en la sesión y su rol de edil opositor pareciera formar parte del pasado. El acuerdo que posee con el oficialismo viene del año pasado cuando también acompañó las distintas iniciativas que necesitó Julio Garro. Tal vez en 2019, año electoral, el concejal busque diferenciarse y distanciarse del oficialismo en pos de renovar un lugar dentro del PJ.
La sorpresa de la votación fue el camionero Miguel Forte quien no acompañó la rendición. Tal fue el desconcierto que generó que los ediles opositores sólo se enteraron del hecho cuando finalizó la sesión. Lo felicitaron por la postura tomada y se sacaron una foto que, según ellos, simbolizaba "la vuelta" de cara a 2019. Junto al Frente para la Victoria y Unidad Ciudadana los ediles lograron ser ocho los que no acompañaron la rendición.
Por ahora, el oficialismo de la mano de Fernando Ponce, logró sacar adelante la rendición de cuentas pagando un costo político muy bajo, por no decir, nulo. Sin embargo, en el Concejo habrá futuras votaciones como los Códigos de Convivencia y el de Ordenamiento Urbano, si es que el Ejecutivo los envía; el presupuesto del año que viene, y una nueva adhesión a otra ley de pacto fiscal en la que se prevé un ajuste importante para los trabajadores, ¿volverá a tener ese holgado número de votos?