
Marcela Coronel, la enfermera del Hospital Italiano de 33 años que era intensamente buscada desde el lunes por la mañana, fue encontrada muerta en la noche del lunes en un caso sumido en el misterio.
El cuerpo de la mujer estaba envuelto en una frazada en un galpón de su casa en la localidad bonaerense de Longchamps, en el partido de Almirante Brown.
Según las primeras informaciones, la Policía pudo localizar el cuerpo luego de que su hija de 18 meses apareciera abandonada en una plaza de Burzaco y fuera trasladada a la Comisaría de la Familia.
Es que cuando trascendió la noticia, se presentó en la dependencia policial el padre de la niña, Gabriel Guevara (24 años), quien declaró que la menor se había quedado al cuidado de la madre mientras él trabajaba.
Todos los lunes, la enfermera acudía al Hospital Italiano a trabajar en el turno desde las 14. Por eso, durante la tarde, la chica estaba bajo el cuidado de la hermana de Guevara.
Al enterarse por las redes sociales de que su hija había sido encontrada abandonada, Guevara aseguró haberse puesto en contacto con su hermana. En ese diálogo, según la versión del hombre, la mujer le contó que a las 9.30 recibió un llamado de Coronel en el que le pedía que fuera a cuidar a la nena, porque ella debía irse a la casa de la madre.
Ante esto, los investigadores se dirigieron a la casa de la familia y hallaron el cuerpo de la víctima envuelto en una frazada en un galpón. Coronel había sido asesinada a hachazos. En el lugar, también encontraron un pantalón corto con sangre perteneciente a Guevara.
De tal manera, el viudo se transformó en el principal sospechoso, pese a que aún no fue detenido.