"Algo o alguien la sostuvo en el aire", aseguró Oscar, el abuelo de Liz, una pequeña de 3 años que el lunes, alrededor de las 15, cayó desde el tercer piso en el que vive, en el Fonavi de barrio Triángulo, y es la protagonista de un verdadero milagro: en menos de 24 horas volvió a su casa con tan sólo tres puntos de sutura en un pómulo.
Sin dejar de repetir que todo fue un milagro, el padre de la pequeña, Walter, contó que a su hija no le pasó "nada de nada", más allá de la sutura que debieron hacerle debajo de un ojo.
Las primeras informaciones del caso arrojaron que la pequeña, además, sufrió una contusión pulmonar que no requirió de ningún tratamiento complementario
"Liz ya está corriendo por la habitación", comentó el papá ayer por la tarde, unos minutos antes de irse del Sanatorio de la Mujer, en el que estuvo internada la nena.
Todo ocurrió cuando el padre de la nena acompañó a su esposa, embarazada de cinco meses, a tomar un remís a la planta baja del edificio. En el interín de descender los tres pisos hasta el ingreso al edificio, vieron que Liz, que estaba durmiendo, se despertó y se asomó por una ventana que da hacia la calle.
Al percatarse de la situación, el hombre subió rápidamente para tratar de frenar "lo peor", como él mismo se refirió al episodio. Pero no llegó y Liz cayó desde una altura de 10 metros, directamente al pavimento.
Liz no sufrirá secuelas físicas a pesar del impactante accidente doméstico que sufrió. Y tanto ella como su familia, pueden contar que tienen una segunda oportunidad.





