Ley antitarifazo: cómo fue la votación y que pasó minuto a minuto

País 31/05/2018 . Hora: 08:39
Ley antitarifazo: cómo fue la votación y que pasó minuto a minuto

El ex presidente Carlos Menem se había ido de su banca a las 3.19 de la tarde del miércoles; once horas atrás de la votación. Se ausentó durante casi todo el debate.

A las 3.22, entrada la madrugada del jueves y tras una dramática sesión, la oposición en el Senado consiguió el quórum necesario y juntó 37 votos para darle sanción definitiva al proyecto que retrotrae los aumentos de tarifas a fines del 2017, y que Mauricio Macri se aprestaba a vetar por estas horas.

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"Hagan lo que tengan que hacer. Y háganse cargo", había pedido Pichetto durante su encendido monólogo de poco más de media hora en el que criticó en duros términos al Gobierno. "No haber acordado es un fracaso. Yo no creo que puedan solos", aseguró antes del cierre del radical Luis Naidenoff, que reconoció "los momentos difíciles" y sinceró que el veto era "el peor camino".

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Una de las opciones del oficialismo era estirar el debate para que algunos senadores terminaran ausentándose en la madrugada. El PJ requería de 37 legisladores sentados en sus bancas. Por algo Esteban Bullrich -miembro informante del oficialismo- y la riojana Olga Inés Brizuela, los primeros en hablar de Cambiemos, consumieron 16 minutos más de la media hora que tenían pautada para hablar. 

La otra alternativa del oficialismo consistía en conseguir la modificación en particular de algunos artículos del proyecto para devolverlo a la Cámara baja. Pero a partir de las 22, después de casi ocho horas de discusión en un recinto semivacío, desde el oficialismo surgieron versiones confusas. 
A las 23.15, Pichetto volvió al recinto. 15 minutos después, Cristina Kirchner volvió al recinto. Sobre su banca tenía el libro "La estafa del tarifazo", que prologó junto a Víctor Hugo Morales, del autor Federico Bernal. Sobre el final de la sesión, y en más de 45 minutos -fue el discurso más extenso- la presidenta mandato cumplido criticó duramente la gestión económica de Macri. 

Hacía rato que Adolfo Rodríguez Saá, que llamativamente se anotó como orador, se había ido del Congreso. Los rumores se posaron sobre Cristina del Carmen López Valverde, del PJ de San Juan, que finalmente no bajó al recinto durante la votación. "La presionó (Sergio) Uñac", dirían de madrugada fuentes del bloque, en alusión al gobernador cuyano. Los misioneros Maurice Closs y Magdalena Solari Quintana, y Blanca Porcel de Riccobelli, del Frente Cívico de Santiago del Estero, fueron los otros tres ausentes.

CABA - DENGUE

"Este Gobierno está al límite", subrayó Naidenoff antes de la derrota por 37 votos contra 30. La senadora Gladys González había soplado la vela en su despacho de la planta baja por su cumpleaños con un grupo de colaboradores. Mientras en Casa Rosada preparaban el viaje de Macri a Salta y Tucumán y la letra chica del insistentemente anunciado veto presidencial.

"Desdramaticen este debate. No rompan los puentes con la oposición", insistía Pichetto ante el momento de mayor debilidad de la gestión de Cambiemos y después de que Macri, sus principales espadas políticas y los senadores del oficialismo no habían podido retener el voto del senador Guillermo Pereyra, del MPN, que la tarde anterior le había dicho al Presidente, en su propio despacho, que no acompañaría el proyecto opositor. 

El Gobierno había ensayado un último gran intento a media mañana del martes en una reunión entre el ministro Rogelio Frigerio, Federico Pinedo y Pichetto. La oferta final, apurada, consistía en el impulso del proyecto de rebaja de IVA en las tarifas y el traspaso del control de Edenor y Edesur -sin AYSA- a la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Es decir a Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, que todavía analizan junto a sus equipos técnicos los eventuales costos fiscales.

El senador por Río Negro declinó la oferta. Pero la sometió a discusión de su bloque, que ratificó el acompañamiento a la media sanción de Diputados. Solo Rodolfo Urtubey, excusado por la fluidísima relación entre su hermano gobernador y el Presidente, anticipó que no apoyaría el proyecto. Incluso cuando en la tarde de ayer hasta en los más encumbrados despachos del PJ tildaban de "mamarracho" el texto al que horas después esos mismos senadores le darían sanción definitiva. Desde el gobierno reconocían que el mensaje presidencial a través de la virtual cadena nacional no había colaborado en nada con las negociaciones.

"Estos días pasaron inútilmente. En la crisis reapareció el ministro del Interior. Lo habían corrido, ocultado. Todo estaba centralizado en la Jefatura de Gabinete. Nunca llegó ninguna propuesta del Poder Ejecutivo. Es un agravio permanente. ¿Pretendían que no hiciéramos nada? Nosotros no empezamos este debate: en abril hubo declaraciones de dirigentes de Cambiemos", dijo el jefe de bancada, y escarbó en las internas del poder, en semanas de movimientos en los entornos de Macri. El senador aludió a Jaime Durán Barba y la teoría de "las cosas de las que no conviene hablar". Una crítica compartida con Elisa Carrió.

El proyecto de rebaja de IVA que el oficialismo presentó la semana pasada a las apuradas había sido redactado por el peronismo. Pero la presentación fue tan a los tumbos, sin una negociación seria de por medio, que incluso incluyó una mala copia de algunos pasajes de otro texto que nada tenían que ver con las tarifas y que Pinedo pidió modificar durante su discurso.

La Casa Rosada también exploró en paralelo conversaciones con el chaqueño Eduardo Aguilar, uno de los senadores que no responde al gobernador Domingo Peppo sino a Jorge Capitanich. Le insistían para no bajar a la sesión. Cuando Gabriela Michetti lo convocó para izar la bandera, en la apertura del debate y antes del himno nacional, las negociaciones ya naufragaban. Aguilar acompañó la media sanción de Diputados.

Pichetto había pedido otro trato. "No estamos discutiendo poder. Nadie está en campaña", gritó desde su banca. En su entorno explican que se fastidió por algunas notas periodísticas azuzadas, según fuentes parlamentarias, por la Casa Rosada. Y que la insistencia de un par de dirigentes del oficialismo en partirle el bloque terminaron de molestarlo. "¿Para qué quieren negociar conmigo si van por los gobernadores y por algunos senadores del bloque?", fue la furia que lanzó en privado. Tensaron la relación, explican a su lado, más de la cuenta.

Es que el Gobierno insiste en que la posición del senador es producto en buena medida de la injerencia de Sergio Massa, que justo almorzó, al mediodía del martes, en la misma parrilla en la que comían Vidal y Rodríguez Larreta. Massa siguió la votación hasta el final desde su casa de Tigre. En línea con el Congreso.

La relación entre Macri y Pichetto, que durante dos acompañó leyes clave como el blanqueo, la salida del cepo y las reformas fiscal y previsional, se tiñe ahora de un manto de inquietud con consecuencias aún desconocidas. "No rompamos todo", había advertido el cordobés Carlos Caserio, uno de los autores del proyecto de traspaso de las distribuidoras de energía a la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Es una de las principales incógnitas tras la votación de hoy: si se rompió "todo" o se pueden restablecer viejos vínculos.

Pero hay otras derivaciones que preocupan al oficialismo. Hay senadores propios que se confesaron molestos con la Casa Rosada ante sus colegas del PJ por cómo se encararon las negociaciones. A las 3 y media del jueves, la vicepresidenta levantó la sesión. Pichetto se levantó de su banca, dio unos pasos y fue directo a abrazar a Menem, el único senador que no tuvo ni un papel sobre su banca. Unos minutos antes, y consumada la derrota del Gobierno, el rionegrino le había hecho una seña al riojano por si quería irse. No hacía falta esperar al resto de los temarios del día, que se votaron sin debate en poquísimos minutos.

En total, el ex presidente estuvo en el recinto durante dos horas. Suficientes para que el PJ derrote al Gobierno. 

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