El debate por la interrupción voluntaria del embarazo llegó este jueves a su etapa final. Ayer tuvo lugar la última audiencia de expositores a favor y en contra de la medida, tal como se venía organizando en las últimas semanas. En este marco, Elisa Carrió volvió a expresarse en contra del avance del proyecto de ley para despenalizar el aborto. Para la legisladora porteña por Vamos Juntos, se trata de "un conflicto entre dos derechos y algunos misterios que la ciencia no puede develar, que es el inicio de la vida".
Por otro lado, desligó la religión de su posición respecto a esta cuestión: "Estoy en contra del aborto desde antes de ser creyente". Además, planteó una comparación al considerar que "la prohibición de abortar, como la prohibición de drogarse, es cultural", y evaluó que podría "convertirse en un método anticonceptivo".
Luego hizo alusión a situaciones de la Edad Media, al recordar el denominado "derecho de pernada". Esto era el privilegio feudal por el que los nobles tenían el derecho de abusar de las mujeres de sus vasallos. "El aborto legal es una posibilidad para lo que se llama el derecho de pernada. En el norte, cuando dictamos la ley que sancionaba el abuso, los diputados de Salta decían que no podían votar eso porque el regalo de los que sirven en el campo es la virginidad de su hija al patrón de la estancia", explicó.
En ese sentido, insistió: "La chicas de 12 o 13 años que tienen hijos en general de un patrón, se las van a llevar al hospital y las van a hacer abortar legalmente".