El animal de 51 años se está recuperando de la infección que tenía en una de sus patas. Desde el santuario Mato Grosso en Brasil ya aprobaron su envío. En los últimos dos meses aumentó 200 kilos.
Pelusa, la elefanta más querida por todos los platenses será trasladada en los próximos meses al santuario "Global Sanctuary for Elephants", que está ubicado en el Matto Grosso brasileño. Las autoridades del albergue para los elefantes ya aprobaron su acceso y sólo resta la autorización del gobierno brasileño para que Pelusa ingrese al país.
El lugar en donde vivirá el animal cuenta con una superficie de más de 100 mil hectáreas con laderas y hasta posee un río. Allí estará con dos elefantas más: Guida y Maia, de 40 años.
Foto: Maia y Guida
La fecha exacta se desconoce ya que ahora todo depende de Pelusa: cuando ella pueda caminar hacia el receptáculo donde será trasladada partirá para Brasil. Para ello se deberá determinar que el viaje sea conveniente y asegurar que esté nuevamente en riesgo, que pueda adaptarse al nuevo hábitat y que en su lugar de destino estén las condiciones dadas para recibirla.
SU ENFERMEDAD
En 2014 se le detectó una pododermatitis crónica, es decir, una infección que afecta sus patas, le provoca mucho dolor y, como consecuencia, le reduce los movimientos al punto de generarle inconvenientes para caminar y mantenerse parada.
Esta afección es frecuente en elefantes asiáticos de su edad, especialmente si han vivido en cautiverio sobre un suelo inadecuado y sin posibilidad de caminar las distancias que necesita su especie, 10 kilómetros por día.
Sobre el nuevo recinto en el que habita Pelusa, la Comuna construyó en julio 2017, una platea de hormigón junto a una nueva estructura con hierros y malla metálica en su hábitat. Además, se tapizó el suelo con un nuevo piso de caucho que le permite descansar las patas, teniendo en cuenta que los escombros y el material calcáreo que estaba obligada a pisar no eran buenos para su actual estado de salud. En ese sentido, se amplió su espacio en 1800 metros cuadrados, generando un ambiente en el que Pelusa puede caminar más de un kilómetro por vuelta.
A su vez, se colocó una red que impide el acceso de las palomas e instaló un sistema de calefacción para contrarrestar el frío del recinto, debido a que esta especie de animales suelen vivir en un clima templado/cálido. Finalmente se reemplazó el sustrato (arena especial) contaminado por sustrato nuevo concluyendo el reacondicionamiento de su hábitat.
Respecto de la nueva dieta, Pelusa está comiendo suplementos como avena y maíz en granos; hortalizas y verduras de hoja como acelga, espinaca, lechuga, repollo y remolacha; y frutas como manzana y banana (restringido a maniobras de entrenamiento y tratamientos). Esto la llevó a que aumentara 200 kilos en los últimos dos meses.




